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Empanadas: delicias de todos los sabores para comer con la mano

Practiquísimas para la vianda de los chicos y para servir cuando son muchos a comer, las empanadas admiten tal variedad de rellenos que pueden prepararse a gusto de todos. Además, es importante saber que las reglas de protocolo indican que las empanadas deben comerse con la mano… entonces, ¡es perfecto para no ensuciar cubiertos!

Las empanadas son una de las comidas típicas de la Argentina y, con masa casera o comprada, fritas o al horno, requieren un poquito de trabajo pero después rinden un montón. Es muy buena idea guardarlas en el freezer, sobre una fuente y con separadores debajo y entre ellas, para poder sacar la cantidad que necesitemos en algún momento de apuro (otra opción es hacer el doble de relleno y congelarlo, para tenerlo listo en el momento de armar otra tanda de empanadas). Pueden congelarse crudas o cocidas y cuando están bien duras, se sacan de la fuente y se guardan en bolsas etiquetadas que indiquen el relleno y la fecha de vencimiento, teniendo en cuenta que duran tres meses en el freezer. Cuando se van a consumir, se retiran del frío y se colocan en una placa para horno aceitada hasta que tomen temperatura ambiente. Entonces se pintan con huevo y se hornean.

El “repulgue”, o repulgo, es el cierre que se les hace a las empanadas, una por una uniendo y doblando sus bordes. Cada uno encuentra la manera que mejor le resulta (algunos lo hacen sosteniendo la empanada con una mano y haciendo el repulgue con la otra, mientras que otras personas prefieren hacerlo con la empanada apoyada en la mesada), cierra la empanadas presionando ambos bordes con un tenedor enharinado… o compra en el bazar un aparatito especial para sellarlas. Para los que tienen dificultades pero no se dan por vencidos, están los tutoriales en YouTube.

Un dato fundamental para que las empanadas salgan perfectas y no se abran al cocinarlas es que el relleno debe estar bien frío al armarlas, debemos dejarlas media hora en la heladera antes de cocinarlas y después, el horno tiene que estar bien caliente (conviene encenderlo al máximo bastante antes de hornearlas). Si vamos a freírlas, el aceite (o la grasa) debe estar caliente pero sin que llegue a quemar la masa y mientras están friéndose, conviene ir bañando las empanadas por arriba con el aceite de la olla, usando una cuchara, para que no haga falta dar vuelta las empanadas durante la cocción y que el dorado quede parejo.

El secreto para que las empanadas de carne y pollo resulten más jugosas es ponerles un poquito de grasa o manteca en el relleno y bastante cebolla.

Y para hacernos la vida más fácil, cuando en casa hay un bebé conviene preparar su comida con parte del relleno de las empanadas que vamos a preparar para los más grandes. Aquí, recetas para unas empanadas riquísimas y su adaptación para la papilla del bebé:

  • Empanadas de carne tradicionales: separando un poquito de carne picada, cocinándola muy bien y agregándole las verduras del relleno que pueda comer el bebé, está lista su comida.
  • Empanadas de carne dulces: igual que en la receta anterior, se aprovecha carne y verduras para el bebé, teniendo cuidado de no darle pasas de uva ni aceitunas, ya que puede atragantarse.
  • Empanadas de pollo: con un poco de la pechuga bien desmenuzada y un poquito de la salsa blanca que lleva el relleno (hay que separarla antes de condimentar) se prepara la papilla del bebé.
  • Empanadas de jamón y queso: se compra un poquito más de queso y un huevo extra; con eso, podemos hacer un rico omelette para el bebé.
  • Empanadas de choclo: si se va a usar el mismo choclo para el bebé, conviene comprar congelado o fresco y no de lata. Con un poquito de queso blanco que haya en la heladera, se puede procesar hasta casi licuar el choclo (para que no haya riesgo de que se atragante) y con eso tener lista su papilla.
  • Empanadas de verdura: separar un poco de la acelga y rehogarla con cebolla, condimentar con aceite y queso rallado. Si el bebé ya come huevo, se puede agregar un poco picadito del que lleva el relleno.
  • Empanaditas de banana: banana pisada para el más pequeño de la casa.
  • Empanaditas de dulce: si el pediatra ya lo permite, un poco de dulce de batata o membrillo bien pisadita puede ser un rico postre.


Y para las que se animen a amasar…

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