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Enuresis: una problemática familiar

¿De qué hablamos cuando hablamos de Enuresis?: de los niños que se hacen pis durante la noche o en algún momento del día pero en reiteradas ocasiones, de aquellos que habiendo aprendido a controlar sus esfínteres hace un tiempo, por alguna razón dejan de hacerlo.

¿A qué edad es adecuado que un niño empiece a controlar esfínteres?
 

Si respetamos los tiempos de los niños, debe ser cuando estén disponibles, cuando se levanten con el pañal seco, cuando pidan ir al baño o a la bacinilla (pelela). Esa es la edad en la que los niños pueden o están capacitados para controlar.

Sin embargo, no siempre sucede así.

Con frecuencia, ante una situación familiar que lo requiere, como empezar el jardín, las vacaciones, un viaje familiar o quedarse a dormir en otra parte, se les exige empezar a controlar esfínteres cuando en realidad todavía no están listos.

A veces, mucho antes de los dos años. Con suerte cerca de los tres.

Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de Enuresis?: de los niños que se hacen pis durante la noche o en algún momento del día pero en reiteradas ocasiones, de aquellos que habiendo aprendido a controlar sus esfínteres hace un tiempo, por alguna razón dejan de hacerlo.

Cuándo, cómo, dónde y por qué, no son preguntas arbitrarias.

Si sucede hasta los cuatro años, es casi "normal" (esto suele pasar si empezaron a controlar antes de tiempo).

Sobre todo aparece en situaciones determinadas: por ejemplo, a la noche o porque alguno de los padres viaja, porque va a tener un hermanito o hay una mudanza.

Pero cuando esto sucede regularmente hay que poner atención y observar.

Si se produce después de los cuatro años, una vez que los niños aprendieron, se llama enuresis intermitente y tardía, y es considerado un problema médico.

La enuresis puede también comenzar después de un período en el que el niño ya aprendió a estar seco, quizás porque el proceso de aprendizaje causó un exceso de estrés.

 

La Enuresis como emergente de una situación familiar
 


En las familias se dan interacciones dialécticas y dinámicas y algunos niños se encuentran signados por ellas.

Lo que da cuenta éste síntoma es de que se hacen portavoces de una situación familiar a veces conflictiva.

Los padres deberían saber que los niños no se hacen pis a propósito, no se lo hacen "a ellos". En general les da mucha vergüenza y se sienten incómodos cuando sucede.

Los papás siempre pueden ayudar a sus hijos tratando de entender la situación. Y buscando ayuda profesional, porque cuando el origen de la enuresis no es psicológico, el pediatra podrá hacer la derivación correspondiente con un urólogo infantil que indagará el funcionamiento de los riñones y el aparato urinario.

En cualquier caso, sea de origen psicológico, o no, es indispensable estar atentos y acompañarlos.

Salud del niño