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Fast food saludable: cómo comer rico y sano sin pasar horas en la cocina

Cocinar en casa es fundamental para ahorrar, evitar el sobrepeso y cuidar la salud de tus hijos. Aquí, algunas recetas para preparar una cena saludable y rápida a la vez. Ninguna de estas recetas lleva más de media hora de trabajo en la cocina (¡y eso es menos de lo que tarda el delivery!).

Cocinar en casa es fundamental y una herramienta importantísima para ahorrar, evitar el sobrepeso  y cuidar la salud de tus hijos. Hay que encontrar un momento en la semana para hacer una lista de comidas rápidas y saludables, sencillas de preparar, que no tengan mil pasos ni ingredientes difíciles de conseguir y después distribuir tareas para las compras y la preparación de las comidas.

Las mamás con bebés chiquitos, que a veces terminan haciendo dos comidas, una para los adultos y los niños más grandes y otra para el bebé, suelen estar más complicadas. Por eso, lo ideal es hacer la comida del bebé con parte de los ingredientes del plato para los más grandes. Hoy les damos esas ideas, junto con cada receta.

Además, hay que tener en cuenta que hay muchas cosas que se pueden ir adelantando para que cuando los adultos lleguen a casa armen una cena en minutos, y si hay una abuela, una persona que colabora o hijos en condiciones de ayudar aunque sea un poco, recurrir a ellos en la medida de lo posible: pelar papas, cocinar una verdura en el microondas, lavar la lechuga, cocinar un arroz, etc. son pequeñas tareas que nos hacen ganar mucho tiempo para no tener que empezar de cero. Entonces, la organización es clave, por supuesto, porque si en la heladera no hay nada y son las nueve de la noche, las opciones no son tantas. 

Aquí, algunas recetas para preparar una cena saludable y rápida a la vez. Ninguna de estas recetas lleva más de media hora de trabajo en la cocina (¡y eso es menos de lo que tarda el delivery!).

Fajitas mexicanas: a los chicos les va a divertir comer con la mano, y si mientras las preparás, ponés a hervir arroz blanco, ¡resulta una comida de restaurante y solo faltan los Mariachis! Para el bebé, arroz con aceite.

Pata y muslo al horno: comprá el pollo y pedile al carnicero que le saque la piel, así te ahorrás ese trabajo. Para el bebé, separá un muslito y hervilo con orégano y laurel. Después se lo das con una rodaja de calabaza de la fuente del pollo que es para “los grandes”.

Tarta de queso y pescado: en una tarta y cubierto con queso, hay más posibilidades de que los chicos acepten el pescado. Comprando un poquito más de queso fresco y usando otro huevo se puede hacer, a la vez, un omelette para el bebé.

Tortilla de vegetales: se puede comer fría o caliente y acompañar con una sopa instantánea. Si el bebé ya puede comer huevo, podés separar un poco de la preparación y hacerle un revuelto sin sal.

Guiso de lentejas exprés: volviendo del trabajo podés comprar los ingredientes (incluso el chorizo colorado en la casa de fiambres, junto con la panceta) y sorprender a todos con un plato que, tradicionalmente, lleva horas de trabajo. El bebé puede comer unas lentejas aplastadas con aceite y zanahoria hervida, todo mezcladito.

Crepes de choclo y salsa blanca: riquísimos, quedan con una presentación tan atractiva que hasta puede ser un plato si tenemos invitados y poco tiempo para cocinar. Para el bebé chiquito, el choclo no es recomendable porque puede atragantarse, conviene usar la salsa blanca de base y agregarle, por ejemplo, un poco de verdura cocida (mientras preparamos los otros platos podemos cocinar al vapor una rodaja de calabaza, una zanahoria o un zapallito)

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