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Fiebre puerperal

Uno de los problemas más serios y que ocurre con alguna frecuencia es la llamada fiebre puerperal. Sus síntomas son: temperatura superior a los 38 grados, acompañada de escalofríos, intenso dolor en el vientre, y en algunos casos hemorragia.

Uno de los problemas más serios y que ocurre con alguna frecuencia es la llamada fiebre puerperal. Sus síntomas son: temperatura superior a los 38 grados, acompañada de escalofríos, intenso dolor en el vientre, loquios amarillentos o verdosos malolientes y en algunos casos hemorragia.

Dicho estado es consecuencia de una infección provocada por la falta de higiene en la atención durante el parto o el puerperio, o bien porque una parte de la placenta puede haber quedado en el útero. Sí no se la combate, esta infección puede causar la muerte, por lo tanto cuando estos síntomas se presentan es preciso concurrir rápidamente al centro de salud. 
 
¿Cuáles son los cuidados necesarios?

Durante este período es fundamental mantener una buena higiene personal, consiste en lavar y desinfectar los genitales externos (pese a los puntos de la episiotomía). De ser posible, se practicará cuando menos 2 o 3 veces al día, evitando enjabonar esta parte del cuerpo. Para higienizarse, se puede disolver una cucharada de desinfectante de uso farmacéutico en un litro de agua hervida y tibia. Los genitales se lavarán derramando esa solución (Por ejemplo, con una jarra) para empapar bien toda la zona. Luego se secará con un lienzo limpio y se colocará un apósito limpio (evitando el algodón porque se deshace), sostenido por la bombacha. 

Postparto y puerperio