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Hemorroides en el embarazo

Los principales síntomas son el sangrado al defecar, picazón y ardor o dolor en la zona. Algunas veces las venas inflamadas sobresalen del ano y pueden tener el tamaño de una uva.

¿Qué son las hemorroides?


Las hemorroides son plexos
venosos (conjunto de vasos conectados entre sí) que recogen el drenaje venoso de la última porción del intestino y de la región perineal para llevar esa sangre hacia las venas profundas y luego al corazón. Es decir que, en realidad, todos tenemos hemorroides, pero el problema es cuando se inflaman, algo que suele suceder en el embarazo.

Durante el embarazo, como toda várice (la hemorroide que se dilata lo es), tiende a sobresalir porque hay una debilidad propia de la pared de estas venas, una debilidad de los tejidos vecinos que no las contienen, un volumen sanguíneo aumentado y, fundamentalmente, una presión extra sobre las venas de la pelvis a causa del útero en crecimiento.


¿Cuáles son los síntomas?


Los principales síntomas son el sangrado al defecar, picazón y ardor o dolor en la zona. Algunas veces las venas inflamadas sobresalen del ano y pueden tener el tamaño de una uva.

 

¿Cómo prevenirlas o aliviarlas?

 

  • Una dieta rica en fibra y tomar mucha agua ayuda a prevenir la constipación, uno de los factores que aumentan las posibilidades de padecer hemorroides.
  • Realizar actividad física.
  • Evitar permanecer mucho tiempo parada o sentada o, si el trabajo requiere estar en esas posiciones, tomarse unos minutos cada una hora (o menos) para caminar y moverse.
  • Descansar en posición acostada (evitando recostarse sobre el lado derecho del cuerpo) ya que la presión venosa disminuye y las hemorroides se reducen.
  • Evitar hacer mucha fuerza al tratar de evacuar.
  • Realizar ejercicios de kegel para fortalecer los músculos de la zona.
  • Para aliviarlas:
    • Realizar baños de asiento con agua caliente 2 o 3 veces por día. Los baños de asiento pueden realizarse en la bañera, con las piernas flexionadas, o con un recipiente con agua caliente sobre el que sentarse (puede ser una palangana o un recipiente que se vende específicamente para eso y se coloca en el inodoro).
    • Aplicar hielo en la zona afectada. Esta secuencia intercalando frío y calor ayuda a aliviar temporalmente el dolor.
    • Una crema antihemorroidal, siempre que sea recetada por el médico, puede ayudar.
    • Limpiar la zona afectada con papel higiénico suave y sin perfume.

 

 ¿Cuándo debo consultar?


Si hay sangrado o el dolor persiste, es necesario consultar con el médico.

Durante el parto, al pujar, es probable que las hemorroides salgan más, pero los vasos se liberan de la presión del útero y estas se reducen en las horas siguientes. Si no desaparecen por completo es importante realizar una consulta con el proctólogo para evaluar un posible tratamiento.

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