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Juguetes para cada etapa

Como adultos debemos garantizarles a los chicos el tiempo y las condiciones básicas para que puedan jugar. Y a la hora de elegir juguetes, no gastar una fortuna en el juguete más vistoso ya que muchos prefieren juguetes caseros.

El derecho a jugar es uno de los derechos más importantes de la infancia, pero hay que diferenciar lo que es el derecho a jugar del derecho al juguete.

Muchos chicos tienen sus habitaciones abarrotadas de juguetes, pero la agenda completa no les deja tiempo para jugar. Otros no tienen ningún juguete, pero el cansancio después de pedir moneditas en el tren durante todo el día tampoco los deja imaginarse que la caja es un auto para meterse adentro y manejar.

Como adultos debemos garantizarles a los chicos el tiempo y las condiciones básicas para que puedan jugar. Y a la hora de elegir juguetes, pensar más en ellos que en nosotros y no gastar una fortuna en el juguete más vistoso para lamentarnos después cuando prefieren la olla y la cuchara de madera de la cocina.

Como guía básica, teniendo como base los conceptos anteriores y sabiendo que un juguete puede resultar atractivo para un niño aunque no sea justamente el más recomendado para su edad, podemos decir que:

  • Hasta el año: sonajeros, "gimnasios", móviles para la cuna y el cochecito. Conviene elegir juguetes coloridos y que produzcan sonido cuando se los mueve, como los sonajeros. También que le ofrezcan al niño diferentes texturas para explorar. En esta etapa hay que cuidar especialmente la higiene de los juguetes, teniendo en cuenta que el bebé se los lleva permanentemente a la boca.
  • De dos a tres años: pelotas y "andadores" para empujar, juegos de encastre de buen tamaño, cajas con maderitas para construir, mesa de actividades, cubos de distintos tamaños para apilar, etc.
  • De tres a cinco años: muñecas y muñecos, triciclos, cochecitos de muñecas, carritos de compras, cocinitas, bancos de carpintero, disfraces, títeres, rompecabezas de pocas piezas grandes, etc.
  • De seis a diez años: dados, cartas y juegos de mesa, de jardinería, de aeromodelismo, de construcción, rompecabezas más complejos, juegos para la computadora, para enhebrar, etc. Bicicletas, monopatines, sogas de saltar, rollers, paletas y raquetas de tenis, etc.
  • Para la pre-pubertad: juegos de mesa con reglas más complejas, juegos de naipes, etc.

A todas las edades, hay que tener en cuenta que los juguetes sean de buena calidad, que no sean tóxicos o cortantes y que no contengan piezas pequeñas que puedan tragarse si se trata de juguetes para los más chiquitos.

El acceso a hojas grandes y variedad de crayones, marcadores y lápices es un entretenimiento válido casi para cualquier edad, siempre teniendo en cuenta que los más chiquitos pueden llevarse a la boca los elementos para dibujar y que, por lo tanto, estos deben ser no tóxicos.

Y los libros son, sin duda, un capítulo aparte, porque deben estar cerca del niño desde que nace. Al principio serán de tela, casi masticables. Y los de papel estarán a mano de mamá y papá, que serán grandes contadores de historias. En la medida en que los chicos crezcan, querrán ver los dibujos y pasar las páginas hasta que puedan leer por ellos mismos. Una biblioteca a su altura no debería faltar en ninguna casa donde haya chicos.  

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