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La sal: por qué hay que ser moderados en su uso

El salero de mesa no es la única fuente de sal en nuestras comidas: la sal funciona como conservante y mejora el sabor de los alimentos reduciendo lo amargo y resaltando lo dulce, con lo cual… ¡hay sal hasta en la mermelada!

Los pediatras recomiendan no agregar sal a las comidas de los bebés y esto debería tratar de mantenerse a lo largo de la vida, acostumbrando el paladar de toda la familia a una dieta poco salada.

La recomendación internacional de ingesta diaria de sal, fijada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, es de un máximo de cinco gramos por día pero hay relevamientos que indican que el consumo en la población supera ampliamente esa recomendación. Para fomentar el consumo moderado de sal, en la Argentina hay una ley –aprobada en algunas provincias- que prohíbe a los restaurantes poner saleros en las mesas. La idea es que, si el cliente lo solicita, se le proporcione un salero, pero no ponerlo por anticipado.

La sal común contiene cloro y sodio, y es el sodio el elemento asociado al aumento de la presión arterial que, cuando es crónico, se conoce como hipertensión. Como la sal produce retención de agua, aumenta el volumen de la sangre y la presión arterial, con el consecuente riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebro-vasculares (ACV). La hipertensión arterial, que no produce síntomas –con lo cual la persona no se da cuenta de que la padece si no se hace un chequeo médico- puede ser muy grave y se previene con solo reducir la cantidad de sal que ingerimos.

Un primer paso es sacar el salero de la mesa para no agregar sal a la comida ya preparada –hay quienes lo hacen automáticamente, incluso sin haber probado el sabor de la comida-, el segundo paso puede ser ir bajando la cantidad de sal que se utiliza al cocinar e ir reemplazándola por especias para resaltar el sabor de las comidas. Tratar de consumir menos alimentos envasados e industrializados, beber aguas minerales bajas en sodio y leer las etiquetas de los alimentos, para elegir los que tengan menos sodio, son algunas ideas para tener una dieta más sana.

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