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Los mitos acerca del destete: ¿hay una edad ideal para destetar a un hijo?

Hay muchos mitos alrededor del destete que tienen que ver con mandatos culturales y que hacen muy difícil tomar una decisión acertada o consecuente con la opinión y los sentimientos que se tengan al respecto. La edad ideal para destetar a un hijo es una de las principales controversias.

A veces la lactancia prolongada es vista erróneamente como la instauración de un vínculo patológico entre la mamá y el bebé, pero la patología no es algo que está relacionado con el tiempo de amamantamiento, sino con todas las otras cosas que están involucradas en la interacción madre- hijo con teta o sin teta. En realidad "es el destete temprano forzado el que puede estorbar el desarrollo emocional e incrementar las necesidades de dependencia." (Waletzky, 1979).

Vivimos inmersos en preceptos dictados por una cultura psicoanalítica, donde las teorías de Melanie Klein persuadían a un destete precoz a los 9 meses, avalado por Sigmund Freud cuando basa en los recién nacidos la piedra angular de su teoría de la sexualidad, pero interrumpe su descripción del lactante "retirándose saciado del pecho" cuando según él "la separación se hace inevitable en cuanto aparecen los dientes" y el bebé deja de alimentarse mediante la succión.

Nuestras abuelas pueden decirnos que los dientes no son un obstáculo para el amamantamiento así como lo están comprobando las nuevas generaciones.

Según las investigaciones de Smith (1991), muchos mamíferos primates destetan a su progenie cuando ésta desarrolla sus molares permanentes, situación que se da en los humanos entre los 5 y los 6 años de vida, edad en la que justamente alcanzamos la autonomía inmunológica.(Dettwyler, 1994).

Algunos médicos creen que la lactancia interfiere en el interés del niño por otros alimentos.

Es cierto que muchos chicos pasan a ingerir más alimentos complementarios cuando se los desteta, pero esto se debe a que necesitan la ingesta de gran cantidad de nutrientes para sustituir la riqueza nutritiva que le aportaba la leche de su madre.

Algunos creen que la calidad de la leche materna se deteriora después del año, pero lo cierto es que la composición de la leche materna varía de acuerdo a las necesidades del niño conforme éste madura. Aun cuando el niño ya es capaz de recibir otro tipo de alimentación la lactancia materna sigue siendo importante fuente nutritiva e inmunológica pasado el primer año de vida del bebé.

Cuando la madre se siente presionada a destetar y no es lo que realmente desea en su corazón, los niños perciben esta contradicción y más se revelan ante su decisión.

Los Doctores Newton y Ratner dicen que las necesidades que se satisfacen al debido tiempo cuando el niño las necesita hacen que sea más seguro, independiente y emocionalmente estable en su futuro.

Parto y Lactancia Destete