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Los mocos en los más chicos

Cuando los niños comienzan a moquear es señal de que su cuerpo se está defendiendo. Los mocos, que suelen aparecer en épocas de frío, funcionan como una barrera para los gérmenes y otro tipo de agentes nocivos.

Molestos tanto para los niños como para los padres, los mocos están presentes casi siempre, sobre todo en los chicos en edad preescolar y en los que asisten a guarderías. Esto se debe a que el cuerpo también da los primeros pasos en la educación de sus mecanismos de defensa, al enfrentarse todos los días con distintos virus durante el contacto con los demás niños.

La consistencia de este tipo de mucosidad es en un principio casi líquida y a la vista transparente, luego va haciéndose más espesa y toma un color más blanco. Cuando cambia a una tonalidad amarillo verdosa y se pone más dura, es señal de que se desarrollaron bacterias.

En el sistema respiratorio, el moco funciona para atrapar pequeñas partículas nocivas para el cuerpo como distintos gérmenes y polvo, lo cual ayuda a impedir su entrada al cuerpo; esto ocurre, sobre todo, en la nariz. Es allí y en otras zonas del aparato respiratorio, donde se encuentran las cilias, estructuras similares a los pelitos, que al moverse barren la mucosidad a la garganta facilitando su eliminación.

Este tipo de secreciones puede transformarse en una molestia aún mayor al provocar mal aliento, problemas en el sueño del niño, alteraciones del humor, inapetencia, o vómitos. Si bien no hay que asustarse, es necesario estar atentos para evitar que este tipo  de complicaciones deriven, en casos extremos y poco frecuentes, en una sobreinfección bacteriana de los mocos, una de las causantes de otitis, sinusitis, bronquitis o neumonía.


Cómo liberarse de los molestos mocos


No hay manera de que los mocos desaparezcan de una día para el otro o de evitar su desarrollo, sin embargo, hay algunas técnicas que pueden ayudar a que los más chicos no los sufran tanto.

  • Baños de vapor: Generar una atmósfera húmeda y cálida para  que los mocos se disuelvan facilitando de esta manera su eliminación. Para que sean más efectivos se recomienda hacerlos con frecuencia y en lapsos cortos de tiempo.
  • Nebulizaciones: Hacerlas con solución fisiológica. Ayudan a que el moco se disuelva más rápido. 

Si bien hay casos en los que son utilizados periódicamente, los aspiradores nasales no son muy beneficiosos ya que sólo extraen los mocos más superficiales ubicados en la nariz y hasta pueden provocar heridas en las fosas nasales.

También hay que tener en cuenta que los jarabes mucolíticos tampoco son muy efectivos, tienen poca acción real y actúan más como placebos y no como verdaderos paliativos.

Fuente: Pediatría Palermo

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