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Maternidad y trabajo

La legislación en nuestro país (Argentina), contiene disposiciones que protegen a las mujeres durante el embarazo y en el período de lactancia.

La legislación en nuestro país contiene disposiciones que protegen a las mujeres durante el embarazo y en el período de lactancia. En un marco genérico la ley de contrato de trabajo prohíbe ocupar a mujeres en tareas que revistan carácter penoso, peligroso o insalubre. Cabe aclarar que la ley de contrato de trabajo contiene disposiciones que se aplican a las trabajadoras comprendidas en ella, estando excluidas las empleadas públicas como también las empleadas del servicio doméstico. Por otro lado los convenios colectivos de cada actividad, convenios de empresas y los estatutos profesionales suelen contener mejores beneficios para las madres, tomando los recaudos correspondientes para evitar los riegos a la futura madre y a su bebé. Cargar peso, exceso de actividad física, inhalar sustancias nocivas, permanecer en un ámbito en el cual se toman placas radiográficas, son algunas de las practicas riesgosas. Por lo tanto se encuentra contemplado que la mujer embarazada tiene derecho a solicitar un cambio de puesto en el caso de que la actividad para la cual ha sido seleccionada ponga en riesgo su salud o la del bebé.

En lo concerniente a la licencia por maternidad, la ley de contrato de trabajo concede a las trabajadoras comprendidas en ella una licencia por maternidad de 90 días, de los cuales 30 deben ser inmediatamente anteriores a la fecha estimada de parto. Las madres con un año de antigüedad en su empleo pueden gozar de un descanso adicional, por un período no inferior a 3 meses ni superior a 6, denominándose a éste "plazo de excedencia", y durante el cual no se percibe remuneración, y siendo requisito esencial comunicar fehacientemente al empleador dentro de las 48 horas anteriores a que finalice la licencia por embarazo, en caso contrario y si no se reincorpora se entiende que rescinde su contrato percibiendo la compensación que establece la ley.

Asimismo la ley de contrato de trabajo contiene disposiciones que protegen la lactancia: Dos descansos diarios de media hora cada uno para amamantar al bebé durante el transcurso de la jornada de trabajo y hasta que el lactante cumpla un año.

¿Es compatible la maternidad y lactancia con el trabajo?


Es importante que la mujer tome conciencia de las ventajas de la lactancia natural y que busquen información y apoyo de grupos pro lactancia en el caso que se presenten dificultades en la misma, ya que muchas veces muchas mujeres abandonan la lactancia al reincorporarse al trabajo, ya sea por cuestiones del horario, o por problemas presentados por el inicio de la actividad laboral, o simplemente porque piensan que es más cómodo. Sin embargo esto es un indicador que no existe una conciencia social acerca de los beneficios y ventajas que trae la lactancia natural. Así, en el caso que una mujer se lo proponga es posible que amamante a su hijo sin demasiadas dificultades hasta el mínimo recomendado por gran parte de los pediatras modernos de seis meses de vida. En el caso de las madres que se animen mas tiempo, la OMS (organización mundial de la salud) acepta la lactancia hasta los dos años de edad del niño.

Con respecto al tema de la compatibilidad entre la maternidad y el trabajo, éste es un tema que sin duda cada mujer tendrá su propia experiencia, en cuanto a la mía en particular el hecho de repartir el tiempo entre el trabajo y la crianza del bebé, sumado a esto las tareas de la casa, implica la realización de un esfuerzo muy grande, sin embargo vale la pena que cada persona trate de buscar su realización personal y para esto debe seguir los dictados del corazón. Si siente la necesidad de dedicarse completamente a la crianza de sus hijos y esto le hace feliz, no tiene que dudar en hacerlo. Por el contrario no debe sentir culpa alguna si encuentra satisfacción el la realización profesional o laboral. Recordemos, que el bebe tiene una gran percepción de los estados de la madre y si la mama esta bien el bebe estará mejor.

No hay que cargar con las exigencias que propone la sociedad : de ser perfectas como madres, como esposas, en el trabajo y en la casa, más bien creo que se trata de buscar un equilibrio en el cual nos podamos desarrollar y sentirnos felices.

Sin embargo la realidad nos indica que en la actualidad la mayoría de las mujeres no puede elegir entre trabajar o no, en muchos casos les resulta absolutamente necesario por cuanto constituyen un importante aporte en el sostén de la familia.

Además creo que estamos viviendo una etapa dinámica y de cambios significativos, en la cual la crianza y educación de los hijos es realmente compartida entre la mamá y el papá, complementándose ambos, ya que la realidad se impone y no existen como antes los roles o actividades definidas para el hombre y para la mujer. Muchos expertos en familia, psicólogos y sociólogos encuentran que la entrada de la mujer en el mundo profesional ha supuesto grandes cambios familiares que afectan sobre todo el papel de los padres. Distintos estudios muestran que ese cambio hacia una cultura de reparto del trabajo en el hogar más solidaria y equitativa se ha iniciado en forma incipiente, esto se traduce en que ya sea por solidaridad con la madre o porque es su deber frente a los hijos, los padres empiezan a implicarse en los cuidados y crianza de los hijos, aportando su forma de ser, su estilo personal y estando dispuestos a compartir con su compañera todas las responsabilidades que tradicionalmente recaían en exclusividad sobre la mujer.
 

Crianza, familia y educación Lactancia y trabajo