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Meningitis: lo que hay que saber

Las noticias sobre casos de meningitis están a la orden del día en los medios y, aunque asustan, los especialistas afirman que no se trata de una epidemia.

Hasta el 2 de mayo de 2008, las víctimas fatales por casos de meningitis en la Argentina sumaban ocho y no distinguían edades: desde una jubilada de 70 años, hasta bebés, niños en edad pre-escolar, escolar y adolescentes. Además, se detectaron 79 casos con diferentes cuadros evolutivos.

Sin embargo, las autoridades aseguran que se trata de casos "aislados" y que no hay una epidemia. Desde la dirección de Medicina Preventiva de Salud Bonaerense, Alejandro Costa sostuvo que durante 2007 se habían producido 209 casos, y este año, en el mismo período, 206 episodios. "No tenemos una diferencia en la cantidad de casos entre los dos años", afirmó el especialista. De hecho, comparando este período con el año anterior, en 2008 hay menos casos.

La Meningitis es la inflamación o el daño de las meninges, que son las envolturas y membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Esta inflamación puede ser de origen viral (la más común, generalmente benigna), o bacteriana, la más grave, que puede llevar a la muerte en cuestión de horas, por lo que el diagnóstico rápido es esencial.

En el caso de la meningitis viral no hay tratamiento, sólo se pueden aliviar los síntomas y se maneja con reposo, ingestión de líquidos y analgésicos. La bacteriana se trata con antibióticos potentes por vía intravenosa durante varios días. Si bien existen vacunas, éstas no protegen contra todos los tipos de meningitis bacteriana. Cuando se presenta esta clase de meningitis también se medica con antibióticos a las personas que estuvieron y/o están en contacto con el enfermo.

Uno de los puntos que más asusta a los padres es que la enfermedad es contagiosa: se transmite por contacto directo con las secreciones respiratorias, que pueden ser saliva, esputo, o mucosa nasal de una persona que está infectada. 

El virus penetra en el cuerpo a través de los ojos, la nariz o la
boca, por lo que es muy frecuente el contagio en lugares donde los chicos comparten mucho tiempo, como las escuelas.  Por eso, profundizar las condiciones de higiene es fundamental en la prevención de la transmisión de esta enfermedad.

Las medidas preventivas incluyen:

  • Ventilar ambientes donde hay una alta concentración de personas
  • Garantizar que los niños que asisten a instituciones educativas tengan el esquema de vacunación completo
  • No permitir que los chicos compartan vasos, cubiertos, chupetines, toallas ni ninguna otra cosa que pueda ser llevada a la boca y, por ende, servir como vía de contagio
  • Ser puntillosos en la limpieza diaria con lavandina diluida en agua de pisos y baños, juguetes en las guarderías y jardines de infantes, pupitres en las escuelas primarias y secundarias, etc.

Los síntomas a los que hay que estar atento son los siguientes: fiebre alta; dolor de cabeza intenso con rechazo a la luz; náuseas; vómitos; manchas rosadas en la piel (que parecen puntitos rojos hechos con birome); en lactantes, rechazo de alimento y llanto persistente; en niños pequeños, irritabilidad y somnolencia; rigidez en la nuca, alteración de la conciencia y convulsiones.

Si el niño no es el mismo de siempre, si se observan cambios en su conducta, hay que consultar. Y es importante tener en cuenta que no siempre se dan todos los síntomas del cuadro, por lo que, ante la sospecha, hay que acercarse a un centro médico para que sea un profesional el que descarte la presencia de meningitis. 

 El médico infectólogo Daniel Stamboulian, señaló que "es normal que se den ocho casos de meningitis viral cada 100 mil, por lo que no hay que alarmarse y creer que se está ante un brote de meningitis". Es normal que la enfermedad tenga una prevalencia en esta época del año, así como la diarrea es típica del verano.

Por lo tanto, no hay que entrar en pánico pero sí estar atentos, extremar las condiciones de higiene y pedir que hagan lo mismo en las instituciones educativas a las que concurren los chicos.

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