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Niños pequeños…. grandes agendas

Conociendo la importancia que tiene la vivencia de diferentes experiencias en los primeros años de vida,son muchos los papás que inscriben a sus hijos en variadas propuestas fuera del marco escolar.

Conociendo la importancia que tiene la vivencia de diferentes experiencias en los primeros años de vida,  son muchos los papás que inscriben a sus hijos en variadas propuestas fuera del marco escolar. Organizan extensas agendas extraescolares a lo largo de la semana que incluyen, entre algunas opciones,  talleres deportivos, expresivos, de idiomas, etc. Detrás de esto, subyace la idea que  cuantas más actividades realice un niño, más se  estimulará su desarrollo intelectual, psicosocial y físico.

Si bien es cierto que estar en actividad y  movimiento y  en contacto con otros compañeros fomenta un desarrollo integral en los niños, también es importante tener en cuenta que un exceso de estímulos no permitirá que esto suceda. El déficit de estimulación produce déficit de inteligencia, pero el  exceso no la promueve, sólo  genera confusión e imposibilidad de procesar la información recibida.

Por otro lado, es frecuente escuchar a muchos papás decir que no saben cómo entretener a sus hijos ya que se concentran por períodos muy breves en distintas actividades y siempre están pidiendo algo nuevo para hacer; no pueden organizarse por su propia cuenta, tampoco estar a solas  y  necesitan de actividades pautadas y siempre novedosas para poder interesarse en ellas y llevarlas a cabo.

Sería importante en el momento de planificar el año lectivo tener en cuenta dejar espacios de juego y de ocio para los niños, ya que lejos de lentificar su desarrollo, les va a permitir fomentar la creatividad, un buen descanso de las actividades cotidianas  y regladas,  y la posibilidad de asimilar toda la información que van incorporando a lo largo del día en las propuestas que se realizan en el jardín de infantes o la escuela.  

El juego es la herramienta privilegiada con la que cuentan los niños para aprender del entorno y de ellos mismos. La capacidad de poder estar con otros y también a solas, de divertirse con juegos espontáneos, permitirá que cada uno pueda manifestar intereses genuinos,  creando nuevos desafíos.

Nuestro desafío como papás y educadores debería ser ayudarlos a crecer y aprender disfrutando del proceso, con exigencias acordes a las posibilidades individuales que los invite a seguir descubriendo el mundo que se abre frente a sus ojos.

Educación y estimulación