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¿Puedo colocarle aritos a mi bebé?

¿Puedo colocarle aritos a mi bebé recién nacida? ¿Qué cuidados tener?

La colocación de aritos en bebés niñas es una costumbre cultural en distintos países. Si bien no suele acarrear riesgos, la infección es una posibilidad y por eso hay que tener ciertos cuidados.

Hay sanatorios donde las enfermeras o médicos ofrecen este servicio ni bien nace el bebé, otros que no lo recomiendan, y otros que sugieren esperar al menos hasta que el bebé tenga las primeras dosis de vacunas esenciales, que sería hasta los dos años. También, hay pediatras que lo hacen en su consultorio y profesionales que lo ofrecen a domicilio.

Lo importante en todos los casos es consultar al pediatra de cabecera previamente, verificar que se utilicen elementos esterilizados y que los aritos, conocidos como abridores, sean de oro 14 quilates, como mínimo, porque cualquier otro material (incluso el oro enchapado) puede producir infecciones o una reacción alérgica.

¿Hay alguna edad mejor que otra para colocarle los aritos a una niña?
Este procedimiento suele hacerse en los primeros días de vida bajo la premisa de que en ese momento los bebés sufren menos ya que el lóbulo es delgado. Sin embargo, no hay evidencia de que no sientan dolor a esa edad cuando se realiza la perforación.

En los casos en los que directamente no se recomienda hacerlo es en bebés prematuros o con bajo peso al nacer, para evitar posibles infecciones, que en estas condiciones pueden ser más peligrosas.

¿Qué cuidados tener después de realizarle los “agujeritos”?
Además de los mencionados, luego de colocarle aritos al bebé es importante:

  • No utilizar aritos colgantes, muy grandes o con puntas que puedan engancharse en prendas o de los que el bebé pueda tirar, para evitar heridas.
  • No dejar muy apretada la tuerquita porque puede lastimar.
  • Con las manos limpias, aplicar alcohol en la zona perforada con los dedos o una gasa esterilizada y girar suavemente los aritos al menos una vez al día.
  • No sacar ni cambiar los aritos durante cuatro a seis semanas, que es el tiempo que tarda en sanar la zona.
  • Si el área perforada se ve enrojecida, presenta alguna secreción, inflamación, calor o sangrado, consultar con el pediatra enseguida porque puede ser signo de infección.
  • Si se van a colocar aritos nuevos una vez que la zona haya sanado, asegurarse de que también sean de un material bueno que no provoque alergias o infecciones.

 

Asesoró: Dr. Guillermo Goldfarb, pediatra

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