Pasar al contenido principal

Resfrío, congestiones y tos

Resfríos, congestiones y tos son parte de un mismo proceso: Infecciones de las vías aéreas superiores.

Resfríos, congestiones y tos son parte de un mismo proceso: Infecciones de las vías aéreas superiores.

Tanto virus, en la mayoría de los casos, como bacterias son los responsables de la inflamación de las vías aéreas superiores; estos producen procesos de congestión de la mucosa nasal y garganta.

Clínicamente nos encontramos con niños de todas las edades que presentan abundante secreción (moco) nasal y tos como mecanismo de defensa ya que gracias a ella se produce la expectoración del moco.

En los niños pequeños menores de un año estos procesos son muy molestos pudiendo alterar la alimentación y el sueño. El bebé no sabe comer y respirar al mismo tiempo, es por ello que al comer se cansa, no puede respirar y suspende su alimentación. Comen menos tiempo y menores cantidades con mayor frecuencia. Dado su pequeño calibre de las vías aéreas los bebés pueden manifestar dificultad para respirar, motivo por el cual ante cualquier congestión en menores de seis meses es preferible consultar con el pediatra.

En los niños mayores de un año si bien también el cuadro de congestión nasal es muy molesto, el pequeño suele adaptarse mejor.
 

¿Qué hacemos cuando nuestro hijo está moqueando?


En lo personal siempre aconsejo los baños de vapor, es decir, llenar el baño con vapor de agua de la ducha y permanecer diez a quince minutos. Se puede desvestir al pequeño y al salir del baño abrigarlo con ropa seca.

Esto hará que las secreciones se fluidifiquen y corran más fáciles por las fosas nasales, ayudando que el niño respire mejor.

Este procedimiento habrá que repetirlo tres a cuatro veces por día.

En segunda instancia se pueden realizar nebulizaciones con solución fisiológica sola, buscando el mismo efecto: fluidificar las secreciones.

No se aconsejan de rutina los jarabes para la tos, ya que es bueno que los niños tosan como mecanismo de expectoración.

Generalmente estos procesos tienen una duración de siete a diez días.


¿Cuándo consultar al pediatra?

  • Cuando el bebé tiene menos de un año.
  • Cuando presenta dificultades para comer y/o dormir.
  • Cuando el cuadro se acompaña de fiebre, temperatura axilar mayor de 37,5*
  • Cuando se observa que respira muy rápido.
Bebés Salud del Bebé