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San Valentín y el origen del día de los enamorados

Con el mes de febrero llega la celebración más romántica del año: El Día de San Valentín. La vía pública, las revistas, la televisión se llenan de mensajes de amor por el Día de los Enamorados, cuyo verdadero origen aún espera ser descubierto.

El 14 de febrero, Día de San Valentín, se celebra en casi todo el mundo y fue incorporado al santoral en 1969. Bombones, peluches, perfumes, prendas y demás regalos son parte de esta festividad  nacida en los países de habla inglesa y adoptada años atrás por los románticos y enamoradizos pueblos latinos.

El origen de esta celebración gira alrededor de tres leyendas que aún no han sido comprobadas, pero que no por eso pierden su encanto.

Cuentan que en el año 270, el emperador romano Claudio II mandó a decapitar a un obispo llamado Valentín por casar clandestinamente a las parejas. En aquél momento, el emperador había prohibido el matrimonio alegando que los recién casados se negaban a ir a la guerra. Durante su encarcelamiento y antes de que se cumpla la pena de muerte que le impusieron,  Valentín conoció a Julia, la hija ciega de un custodio, y se enamoró perdidamente de ella. Por un milagro adjudicado al amor,  Julia recuperó la vista pero Valentín fue ejecutado el 14 de febrero. Según reza la leyenda, en su tumba Julia plantó un almendro, árbol considerado en la actualidad, símbolo del amor y la amistad.

Otra de las historias se basa en las celebraciones paganas “cristianizadas”. Una de las más conocidas y atractivas era la  “Lupercalia”, que se llevaba a cabo todos los 15 de febrero en honor al dios de “Lupercus”,  un dios con forma de cabra que representaba la potencia sexual. En estos festejos, una caja con prendas femeninas era el centro de atención, ya que de ella los hombres retiraban la ropa de quien sería su compañera durante ese año. Concluye la leyenda que “Lupercus” fue convertido por la Iglesia cristiana en San Valentín, “Patrono de los Enamorados”.

Una tercer leyenda, relacionada con el romanticismo de la literatura, atribuye el origen de San Valentín a una poesía escrita por Carlos, duque de Orleans, a su esposa. Apresado por los ingleses en 1415, durante la guerra contra Francia, Carlos escribió a su mujer desde la Torre de Londres, una melancólica poesía que firmó con el seudónimo de “tu Valentín”. Esta es la tarjeta de San Valentín más antigua que se conoce y aún se conserva en el Museo Británico.

De todas estas leyendas, dispares y tal vez inciertas, se desprende una realidad: la perpetuidad del romanticismo y la permanencia del amor, que, más allá del paso del tiempo, serán celebrados siempre.
 

Fuentes: Diario Clarín; espaciolibros.com

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