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Semana del Prematuro 2016: el rol de los enfermeros

Este año, entre el 14 y el 19 de noviembre, se celebra la Semana del Prematuro, una oportunidad para informar, concientizar y celebrar la vida.

Cada año, la Semana del Prematuro pone en relieve uno de los derechos del Decálogo del Prematuro, que abarca 10 puntos fundamentales para el cuidado del bebé, su mamá y toda la familia.

Este año, el derecho elegido es el 4: Los recién nacidos de parto prematuro tienen derecho a recibir cuidados de enfermería de alta calidad orientados a proteger su desarrollo y centrados en la familia.

El rol de los profesionales en el cuidado de un recién nacido es fundamental, y cuando se trata de un bebé prematuro, cobra mayor importancia, porque pasarán mucho tiempo con el bebé y sus familias.

Son los médicos y los enfermeros los encargados de demostrarles a los padres que detrás de la tecnología hay un equipo humano que cuidará de su bebé amorosamente y en forma integral.

Es el momento de entusiasmar y alentar a los papás para que permanezcan con su hijo todo el tiempo posible, explicándoles que pueden tocarlo, que tendrán contacto “piel a piel” apenas sea posible. También, éste es el momento de iniciar la educación para la lactancia.

Algunas instituciones restringen el ingreso de las familias (madre/padre) a la Unidad de Cuidados Intensivos, considerando que de esta manera se previenen infecciones. Esta conducta no tiene fundamento en la evidencia científica; por el contrario, numerosos estudios demostraron que cuanto mayor es la participación de la madre en los cuidados, más protección tiene el recién nacido  frente a infecciones  intrahospitalarias. La presencia  permanente de los padres en la unidad, participando del cuidado de su hijo, permite de manera segura y efectiva reducir las infecciones, disminuir la carga de trabajo de enfermería y colaborar con todo el equipo en el cumplimiento de las medidas de control.

El acompañamiento de los padres y la familia es muy importante porque brinda:

- Sostén y apego: facilita la creación de un vínculo y apego temprano, base del desarrollo psicoemocional del niño.

- Desarrollo  y  crecimiento: la  posibilidad de que los padres se preparen desde el comienzo para cuidar el crecimiento y el desarrollo de su bebé.
 
- Lactancia materna: la lactancia materna exclusiva, recomendada para todos los recién nacidos durante los primeros 6 meses de vida, resulta vital para el recién nacido, porque le transmite anticuerpos y nutrientes únicos.

- Humanización del cuidado: los padres y los familiares son socios en el cuidado de su hijo y deben ser sostenidos por el equipo de salud con un trato humano y comprensivo, inclusivo y comunicativo, que mejora la calidad de la atención que recibe el bebé.

En la actualidad, el cuidado centrado en la familia no puede estar en discusión y es una práctica que debe ser implementada con urgencia en aquellos servicios que todavía restringen el ingreso de los padres o no tienen como marco de acción esta filosofía de cuidado.

 

Fuente: Semana Del Prematuro.org

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