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Sexualidad en el posparto: preguntas frecuentes

¿Cuándo es seguro comenzar a tener relaciones sexuales después del parto? ¿Es normal que duela? ¿Qué pasa si mi pareja quiere tener relaciones y yo no?

¿Cuándo es seguro comenzar a tener relaciones sexuales después del parto?
Desde el punto de vista médico, por lo general luego de un parto deben pasar entre 30 y 40 días para reiniciar las relaciones sexuales, que es el tiempo que tardan en ceder los loquios y en regresar a la normalidad el útero y el canal de parto. Luego de este lapso, el médico suele dar el alta para que la mujer siga con su vida normalmente.
 
Si fue un parto por cesárea, estos tiempos pueden acortarse y es posible reiniciar las relaciones sexuales una vez que las pérdidas o loquios hayan cedido (algo que sucede, habitualmente, 20 días después de la cesárea).
 
Sin embargo, más allá de estas indicaciones, cada uno tiene sus tiempos. Hay parejas que reanudan las relaciones el primer mes, otras luego de la famosa “cuarentena” y otras esperan meses hasta que se sienten cómodas nuevamente.

No hay un tiempo estipulado en el que “haya” que volver a mantener relaciones sexuales, porque hay distintos factores que se ponen en juego, tanto físicos como psicológicos.
 

¿Qué pasa si mi pareja quiere tener relaciones y yo no?
Incluso meses después del parto muchas mujeres pueden sentirse extrañas en su propio cuerpo, vulnerables, asexuadas, agotadas y un poco aturdidas ante semejante cimbronazo ahora que son madres y que el bebé les demanda tanta energía. También, si están amamantando, el hecho de que los pechos estén inflamados puede hacerlas sentir incómodas.

Es totalmente normal que ante tantos cambios, a los que muchas veces puede sumarse el miedo al dolor, sea muy difícil sentir ganas de tener relaciones sexuales.

Si algo así está sucediendo, es importante conversarlo en pareja. Aunque muchas veces el cansancio, la vulnerabilidad y la dedicación plena al bebé parezca evidente, hablarlo con la pareja es fundamental porque la comunicación alivia poniendo en palabras esas cosas que generan angustia o miedos. Hablar sobre las razones por las que el deseo no aparece ayudará a que cada uno pueda ponerse en el lugar del otro sin darle lugar a fantasmas como la sensación de rechazo.
 
Buscar un ratito para abrazarse y mimarse, sin sentirse obligados a tener relaciones sexuales, sino simplemente para acercarse, estar juntos, es una manera de ir recuperando los momentos de pareja perdidos o relegados tras la llegada del bebé.
 
En muchos casos, el reinicio precoz de las relaciones sexuales, aún sin penetración, puede ayudar a sobrellevar la rutina de la lactancia, los llantos a deshoras y los pañales. Pero, en todos los casos, es la mujer la que debe decidir cuándo y cómo reiniciar la actividad sexual.


¿Qué pasa si yo tengo ganas de reiniciar la sexualidad pero me da miedo el dolor?
Luego de un parto es normal sentir temor o dudas acerca de cómo quedó la vagina, sobre todo si hubo episiotomía o desgarros. También la idea de que se perdió sensibilidad porque la zona quedó más grande luego del paso del bebé, puede producir miedos.
 
Que los puntos se abran durante la penetración, quedar nuevamente embarazada, o, por parte de la pareja, la posibilidad de lastimar u ocasionar dolor en la mujer, son otros temores que en muchos casos pueden dificultar el reinicio de la sexualidad en el posparto. 
 
Todo esto es normal y lo importante es respetar los propios tiempos. Los miedos se irán venciendo de a poco, a medida que la mujer se reconozca nuevamente en su propio cuerpo.

Si se siente deseo pero a la vez temor al dolor, lo mejor es no obligarse a que haya penetración. Es posible buscar alternativas, como la estimulación a través de caricias y besos, posiciones en las que se pueda controlar que la penetración no sea tan profunda, etc.. En el caso de una cesárea, buscar posiciones en las que la cicatriz no sea presionada.

Hay que tener en cuenta que el cambio hormonal en el posparto genera sequedad, lo que produce molestias durante el coito que se pueden evitar usando algún lubricante indicado para estos casos.

Lo que es seguro es que el reencuentro sexual luego del parto no suele ser fácil, y aunque en el momento no lo parezca, es posible superarlo.


¿La lactancia puede afectar a la sexualidad?
Durante la lactancia los niveles de estrógeno -la hormona femenina vinculada con la ovulación y la sexualidad- bajan y esto puede provocar resequedad vaginal, además de una disminución general del deseo sexual.

En estos casos, el uso de algún lubricante y la relajación de los músculos del periné durante la penetración son fundamentales. Para eso, hay que ir despacio, con movimientos suaves, y si hay dolor, detenerse y seguir con las caricias u otros estímulos para ir relajándose de a poco.


¿Cuándo vuelve la vagina a la normalidad?
Los músculos de la vagina son lo suficientemente elásticos y flexibles. Si bien puede tomar un tiempo en volver a la normalidad, sobre todo luego de puntos por desgarro o episiotomía, la vagina es capaz de recuperar su tono muscular.
Para ayudar en este proceso, se recomiendan los ejercicios de kegel.
 

¿Qué anticonceptivos se pueden utilizar?
La elección del método anticonceptivo en la etapa de posparto y durante la lactancia es un tema para conversar con el especialista, quien podrá asesorar acerca de qué método utilizar dependiendo de cada pareja, de su comodidad y de sus necesidades.

 

¿Cuándo consultar al médico?
Es oportuno en  la consulta médica que generalmente se programa a los 20 o 30 días del parto o cesárea, conversar acerca del reinicio de las relaciones sexuales. A partir de una examinación, se puede saber si las cicatrices ya se han consolidado así como identificar puntos de posible dolor con la penetración.
 
Además de esa visita programada, si el dolor persiste a pesar de que se hayan reiniciado las relaciones sexuales hace un tiempo y de los cuidados mencionados, una nueva consulta al médico ayudará a determinar a qué se debe. A veces, los puntos del desgarro o la episiotomía pueden generar molestias durante más tiempo del esperado y esto puede llegar a requerir una cirugía para solucionarlo.
 
Otra de las razones para consultar al médico son el aumento de pérdidas o loquios, si es que ya habían cedido bastante, picazón en la zona y enrojecimiento o flujo vaginal con olor desagradable, ya que esto puede ser síntoma de una infección que requiera tratamiento.


Asesoró: Dr. Edgardo Rolla, obstetra

Parto y Lactancia Postparto y puerperio