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Tétanos: Una enfermedad de las más antiguas

Aunque es conocida desde la antigüedad y a pesar de disponer de una vacuna efectiva para su prevención, en el mundo aún mueren personas por esta enfermedad.

El tétanos causada por una bacteria llamada Clostridium tetani,  microorganismo que  se encuentra en la materia fecal de los animales y del hombre y pasa  luego al suelo y la tierra. Vive en forma de esporas, son altamente resistentes al calor, a los desinfectantes y a los antisépticos. Cuando la bacteria contamina una herida comienza a producir una toxina, que  actúa como un veneno y se  difunde a través de los tejidos y afecta al sistema nervioso causando la enfermedad.

El tétanos no se contagia entre personas.

 

¿Cómo es la enfermedad?


El tétanos es una enfermedad grave con un índice de mortalidad elevada. Uno de cada tres adultos y todos los recién nacidos que padecen la enfermedad fallecen.

Existen tres formas de presentación: la generalizada, la local y la cefálica, aunque las dos últimas son poco frecuentes.

La forma generalizada es la más común y aparece cuando el germen se introduce a través de heridas punzantes, cortantes u otra lesión en la piel.

Debe mencionarse que un porcentaje de pacientes, alrededor del 10%, no tienen antecedentes de las llamadas "puertas de entrada" (heridas o lesiones de piel, quemaduras, inyecciones con agujas mal esterilizadas").

El tiempo aproximado desde la entrada del germen hasta la aparición de los síntomas es de 20 días. Cuando los síntomas aparecen antes de este lapso, generalmente se asocian a cuadros graves.

El síntoma principal, llamado "trismus", es el endurecimiento (contractura) de los músculos de la masticación, que impide abrir la boca. Acompañan al trismus, el insomnio, los dolores generales que no disminuyen con analgésicos, endurecimiento de los músculos de la nuca, causado por los espasmos musculares y convulsiones que produce la toxina tetánica.

Todo este cuadro ocurre con el paciente conciente.

El tétanos en los recién nacidos es grave, con alta tasa de mortalidad. Habitualmente se produce por la contaminación del cordón umbilical en el momento del parto o en los primeros días de vida.

Además, esta enfermedad frecuentemente se agrava con complicaciones, por ejemplo infecciosas, que son las desencadenantes de la muerte.

 

¿Cómo prevenir el tétanos? 


El tétanos es una enfermedad inmunoprevenible,  podemos evitarla con una vacuna. La única manera segura y efectiva de prevenirlo es estar vacunado.

La vacuna está elaborada con toxoide tetánico, que desencadena la producción de anticuerpos protectores contra la enfermedad. es altamente eficaz y segura.

La inmunización antitetánica se realiza durante la infancia a través de la aplicación de la vacuna triple bacteriana DPT (antitetánica - antidiftérica – anticoqueluche). Esta vacuna se administra a los 2, 4 y 6 meses de vida, con refuerzos a los 18 meses y al ingreso escolar . Luego, la inmunidad debe ser mantenida a través de la aplicación de refuerzos cada diez años, para lo cual se utiliza la vacuna doble adultos DTa (antitetánica-antidiftérica).

A diferencia de la vacuna, la gammaglobulina antitetánica otorga protección sólo por períodos breves.


Los adultos que no fueron vacunados anteriormente deben recibir tres dosis de vacuna, separadas entre sí por 4 a 6 semanas.

 Además, la inmunización contra el tétanos, está recomendada especialmente en las mujeres embarazadas. Ellas deben recibir una dosis  a partir de la semana 20 de embarazo. Las defensas atraviesan la placenta brindando protección al bebé desde antes de su nacimiento. La vacunación de las embarazadas es la mejor medida de prevención contra el tétanos neonatal.

 

Respecto al riesgo de desarrollar tétanos ¿son todas las heridas iguales?


Todas las heridas deben considerarse riesgosas, por eso siempre hay que limpiarlas con agua y jabón, colocar cualquier antiséptico y consultar respecto a la profilaxis antitetánica.

Algunas heridas, por más insignificantes que parezcan, como la producida por espinas de rosas o limoneros, son altamente riesgosas y quizás tanto o más que otras heridas grandes abiertas.

Cuando nos sometemos a procedimientos terapéuticos que requieren de la aplicación de inyectables debemos prestar especial atención a cuatro aspectos muy importantes:

  • Que se usen materiales estériles y descartables. 
  • Que se realice una minuciosa limpieza de la piel con antisépticos.
  • Conocer el origen o procedencia y la calidad de los productos o preparados utilizados y que estén aprobados por Salud Pública.
  • Tener la vacunación antitetánica actualizada (una dosis cada diez años).


¿Qué hacer cuando un niño se accidenta en la escuela o durante una excursión?

 

Debe desinfectarse la herida con abundante agua y jabón y colocar luego algún antiséptico. Si la vacunación del niño está al día,  no requerirá la administración de refuerzos de vacuna ni de gammaglobulina antitetánica. 

 

Para recordar
 

  • La persona que está vacunada no tiene riesgos de contraer el tétanos. 
  • Si alguien se corta, se pincha o va a ser sometido a una intervención quirúrgica y no está vacunado, debe consultar al médico a fin de verificar su esquema de vacunación.
  • La vacunación puede producir, en un tercio de los vacunados, dolor y enrojecimiento de la zona de aplicación. No es para preocuparse.
  • Pocas situaciones tan graves, son tan fáciles de prevenir.

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