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Vanina Sánchez, madre y deportista de alto rendimiento

Desde los ocho años que Vanina Sánchez practica Taekwondo WTF y desde los 14 es titular de la Selección Nacional. Hoy, a los 28 años y con un bebé de meses, se preprara para participar en los Juegos Olímpicos Beijing 2008.

Desde los ocho años que Vanina Sánchez practica Taekwondo WTF (taekwondo mundial, el único que puede ser representado en los juegos olímpicos) y desde los 14 es titular de la Selección Nacional. Hoy, a los 28 años y con un bebé de poco más de un año, se prepara para participar en los Juegos Olímpicos Beijing 2008.

“Mi primer viaje lo hice con los Juegos Sudamericanos de Venezuela, donde salí medalla de oro, luego participé en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata 95, donde también conseguí la medalla de oro y entonces eso me dio el pase para poder estar como titular y como capitana en el Equipo Nacional”, cuenta Vanina, desplegando brevemente un curriculum que deja con la boca abierta.

Estuvo en el Mundial de Filipinas del 96, donde obtuvo la medalla de plata y se consagró subcampeona del mundo y en la historia de la Argentina es la única medalla de plata oficial que hay. También es subcampeona de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, cuatro veces campeona sudamericana, tercera en la copa del mundo de Alemania 98, clasificada para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y varias veces subcampeona Panamermicana.

Recibió el premio revelación Clarín 97 y el Olimpia de Plata –un premio muy importante para los deportistas- en los años 2002, 2003 y 2004.

“Después de los Juegos Olímpicos de Atenas intervine en un Panamericano más en Santo Domingo, donde quedé subcampeona, y después no competí más porque quedé embarazada de Iván –explica Vanina-. Me atendió un médico que me dijo que no dejara mis trabajos aeróbicos mientras no sintiera molestias y mientras que no hubiera golpes o contactos peligrosos”, dice Vanina.

Como es una atleta de alto rendimiento, siempre quiso estar en los Juegos de Beijing, pero tenía que ver qué pasaba con su cuerpo durante el embarazo: “Hasta los 7 meses estuve haciendo bicicleta, no tuve náuseas, no tuve vómitos y aumenté 8 kilos. Iván se adelantó dos semanitas y nació con 2,870 kilos, el 8 de mayo 2007 –relata la deportista, en rol de mamá-. Apenas pasó la cuarentena retomé la cinta y empecé los entrenamientos de una forma más bien recreativa, pero como veía que podía y faltaba poco para la selección, sentí que tenía una chance de estar en los Juegos Olímpicos. Ahí me puse a entrenar a full para poder quedar titular y tuve que hacer 6 combates con la chica de mi categoría: se los gané todos y quedé titular, así que gracias a Dios viajamos  y competí. Para poder estar en Atenas clasifiqué con medalla de bronce quedando tercera y ahora para Beijing quedé primera, ganándole a la canadiense que es la actual campeona del mundo, todo eso con sólo 3 meses de entrenamiento y un bebé muy chiquito”.

Vanina se da cuenta de que después del embarazo, volvió al deporte en mejores condiciones que antes y sabe que en eso tiene mucho que ver su familia: “Mi marido me apoyó siempre, él es profesor de karate y me ayuda un montón en todo. De hecho, durante el embarazo me preparó una especie de gimnasio en casa y gracias a él y a mi familia pude entrenar”, asegura la deportista y confiesa que en algún momento pensó que, por haber sido madre, iba a tener que dejar de lado su actividad.

Pero a pesar de sus miedos, pudo entrenar y amamantó a su hijo hasta los 4 meses. Hoy Iván tiene 14 meses.

“En enero de 2008 empiecé a entrenar en la Selección Nacional: hubo una gira por Europa y después fuimos a México y ahora en julio, ya me tengo que instalar en la villa olímpica, un mes antes de que empiecen los juegos en China”, cuenta Vanina y dice que tiene sentimientos ambivalentes porque por un lado está muy contenta por sus logros y, por otro lado, está pensando cómo hacer para llevar a Iván con ella, porque un mes es un tiempo demasiado largo para tenerlo lejos.

Porque desde que está Iván, que la entrena como mamá, Vanina le dedica todas sus medallas.

Crianza, familia y educación