Pasar al contenido principal

Varicela: ¿qué hay que saber?

La varicela es una de las enfermedades eruptivas más comunes de la infancia y una de las más contagiosas.

 ¿Cuál es la causa?

Está causada por el virus varicela zoster.


Tradicionalmente se la consideró una enfermedad benigna. Sin embargo, los niños (especialmente los más pequeños), los adultos, las embarazadas y los pacientes inmunosuprimidos o con ciertas enfermedades de base pueden desarrollar complicaciones, tener una evolución grave y fallecer debido a la enfermedad.




¿Cuáles son los síntomas?

 

  • Fiebre, cansancio, falta de apetito y dolor de cabeza.
  • Ampollas o vesículas sobre una base de color rojo, que van evolucionando a costras, al mismo tiempo que van apareciendo vesículas nuevas. Estas lesiones producen mucha picazón. El sarpullido puede aparecer primero en la cara, el pecho y la espalda, y extenderse después al resto del cuerpo. Por lo general, toma una semana para que todas las ampollas se vuelvan costras. 

 

¿Cómo prevenir la enfermedad?

Con la vacuna contra la varicela que es parte del Calendario Nacional de Vacunación

  • Primera dosis: 15 meses de vida

  • Segunda dosis: 5 años (ingreso escolar)


No exponerse a la enfermedad, evitando el contacto con personas con varicela. Si ya hubo contacto con una persona enferma y se desea evitar la enfermedad: Se puede vacunar si el contacto fue reciente (menos de 3 días).


La vacuna previene la aparición de varicela en la mayoría de las personas que la reciben, pero protege aún más, del desarrollo de formas graves de la enfermedad.


¿Cómo se contagia?
Se contagia por el contacto directo con las lesiones de la piel o por inhalar el virus a través de un estornudo o la tos de una persona enferma.

Las personas con el virus de la varicela pueden contagiar desde 2 días antes de que aparezcan las vesículas en la piel y hasta que las lesiones se conviertan en costras.

Se recomienda que la persona enferma permanezca en su casa hasta que las ampollas hayan evolucionado a costras en su totalidad.


¿Cuáles pueden ser las complicaciones?

  • Infección de la piel por el rascado de las vesículas.
  • Infección viral del pulmón (neumonía) y del cerebro (encefalitis).
  • Si bien suele ser una enfermedad benigna (que no se acompaña de complicaciones), puede ser muy grave en adultos o en personas con déficit de la inmunidad (con falta o disminución de las defensas).


¿Cómo se trata?
Se tratan los síntomas: la fiebre, con antitérmicos. 

La picazón o prurito, con medidas locales (cremas, talcos o lociones que la calmen) o antihistamínicos por boca.

Existe un medicamento, llamado aciclovir, que sirve para tratar la infección por este tipo de virus, pero sólo se indica en personas que tengan mayor riesgo de complicaciones, como adolescentes, adultos y con alteraciones del sistema inmunológico o de defensa.




 


Fuentes:
Sociedad Argentina de Pediatría

Ministerio de Salud

Bebés Enfermedades Niños