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¿Cómo afectan el embarazo y el parto a las hemorroides?

Las hemorroides son plexos (conjunto de vasos conectados entre si) venosos que recogen el drenaje venoso de la última porción del intestino y de la región perineal para llevar esa sangre hacia las venas profundas y luego al corazón.

Durante el embarazo, como toda varice (la hemorroide lo es), tiende a protruir, esto lo hace porque hay una debilidad propia de la pared de estas venas, una debilidad de los tejidos vecinos que no las contienen y un factor mecánico que tiene que ver con el mayor volumen sanguíneo que maneja la embarazada y fundamentalmente la presión que hace el útero gestante sobre los vasos pelvianos generando una rémora en el territorio venosos del perine.

Lo más indicado es reposar en posición acostada o semi la presión venosa disminuye y la hemorroides se reducen. Las cremas hacen poco pues no es una hemorroides por un problema inflamatorio sino que es un problema mecánico, hidrostatico.

Con el pujo es probable que salgan más pero inmediatamente los vasos se liberan de la presión del útero gestante y de la cabeza fetal entonces espontáneamente se reducen en las horas siguientes.

Difícilmente desaparezcan y eso es lo que deberá tratar luego el proctólogo. Es importante no constiparse, pues se lastiman y sangran.

Se debe tener una dieta rica en residuos, tomar mucha agua, a veces viene bien tomar algún lubricante intestinal, pero esto se debe consultar con el obstetra.