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¿Qué es la ovulación?

Todos los meses, el cuerpo de la mujer se prepara para un posible embarazo. Esta preparación ocurre dentro de lo que se llama “ciclo menstrual”, y la menstruación es solo una parte de este ciclo.

Dependiendo de cada mujer, el ciclo menstrual normal puede durar entre 23 y 35 días, siendo el promedio de 28 días.

Se cuenta como primer día del ciclo al día en el que comienza la menstruación, es decir, el sangrado abundante que necesita de apósitos o tampones, y no solo unas gotitas. Esta aclaración se debe a que hay muchas mujeres que, por distintos motivos, comienzan con pequeños goteos de sangre a veces hasta una semana antes del inicio de la menstruación “real”, y esto puede generar confusiones.

El ciclo termina con el inicio de la siguiente menstruación.

La ovulación ocurre, aproximadamente, en la mitad del ciclo. Entonces, tomando como ejemplo un ciclo de 28 días, la ovulación sería el día 14. De todas maneras, ocasionalmente se puede ovular unos días antes o unos después.

Los óvulos, en promedio, suelen tener solo 24hs de vida y en raras ocasiones una mujer puede ovular dos veces en un mismo ciclo. Lo que sí puede suceder es que durante la ovulación, y en un período de 24 horas, se liberen dos o más óvulos en vez de uno, lo que puede determinar la concepción de mellizos.

La llamada “ovulación” ocurre cuando un óvulo maduro cae de uno de los ovarios (reservorios de todos los óvulos que tiene una mujer) y es absorbido por la trompa de Falopio (que conecta los ovarios con el útero o matriz), donde emprende su viaje hasta el útero.

Si un espermatozoide se encuentra con el óvulo mientras viaja por las trompas de Falopio, lo fertiliza y luego el óvulo se adhiere a la pared del útero, la mujer queda embarazada.

Si esto no sucede, el viaje del óvulo finaliza en el útero donde se disuelve y es absorbido por el organismo. Al no producirse un embarazo, el ovario deja de producir las hormonas necesarias para la gestación 14 días después, y la capa de tejido (endometrio) que ha ido revistiendo el interior del útero preparándose para la posible implantación de un embrión, se desprende junto a la sangre menstrual.

Es fundamental comprender que el cuerpo no funciona como una computadora y que los ciclos y sus fechas pueden variar de mujer a mujer e, incluso, en una misma mujer mes a mes aunque sus ciclos suelan ser regulares.
 

Asesoró: Dr. Edgardo Rolla, obstetra.
Especialista en medicina reproductiva