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Brunch: ¿por qué no hacerlo en casa?

El brunch (palabra que surge de breakfast + lunch) es una opción ideal para los fines de semana, cuando el desayuno se pega" al almuerzo. Aquí

Cuando los fines de semana o feriados nos despertamos tarde y el desayuno “se pega” con el almuerzo, nada mejor que organizar un brunch (palabra que surge de breakfast + lunch) sin salir de casa. El autoservicio es una de las características que hace más divertida a esta propuesta y no hay un menú fijo, sino que se trata de poner una variedad de cosas ricas para que cada uno elija a su gusto, y ése es otro de los “sellos” del brunch: se consume lo dulce, lo salado, lo frío y lo caliente, todo al mismo tiempo.

¿Qué servir? Lo que se desee, el brunch es una oportunidad para usar la imaginación y puede ser más o menos casero, según los tiempos y las posibilidades de cada uno.

Con una salida de compras se puede armar un brunch sin cocinar: naranjas para el jugo, chocolatada, pan tipo casero de la panadería, variedad de medialunas, budines y magdalenas, rollitos de jamón y queso, unos sándwiches con galletitas de agua, salame y queso, un yogur para cada uno, unas salchichitas con mostaza, unas frutas frescas lavaditas en la frutera… y listo!

De todas formas, las opciones son casi infinitas. Por nombrar algunas:

Bebidas
Jugos, limonadas, licuados, smoothies, aguas saborizadas naturalmente con hojas de menta y rodajas de manzana verde, por ejemplo. Infusiones de todo tipo: café, café con leche, té, té de hierbas. Por supuesto, chocolatada o submarino también puede funcionar para los chicos…. Y en un brunch criollo puede tener lugar incluso el mate. En los hoteles es muy común que el brunch termine con una copa de espumante, que si se desea se puede servir también en casa.

Dulce
Galletitas, budines, muffins, scones, cupcakes, tortas, frutas y ensaladas de frutas, copos de cereales, granola, yogures con o sin cereales y frutas, panqueques, medialunas, facturas, tostadas francesas, flanes, torrejas, etc.

Salado
Sandwiches de miga o de otro tipo de panes (los baggels y los panes caseros suelen ser las estrellas de los brunch), medialunas de jamón y queso, aros de cebolla, huevos revueltos, panceta crocante, salchichas, jamón, tartas, tostadas, ensaladas, papas fritas o “rosti” o en tortilla, omelette, revuelto tipo Gramajo u otro, etc.

Aquí, algunas recetas para darle al brunch un toque caserísimo
 

  • Pan casero: un buen pan puede ser la base de unos excelentes sándwiches (de lomito, muzarella y tomate; de atún, huevo y mayonesa, de pollo desmenuzado, salsa blanca y aceitunas; etc.). Ver receta
  • Las torrejas de la abuela: este pan es delicioso y admite una gran cantidad de variantes según los ingredientes que se le agregue (miel –nunca para los bebés menores de un año-, canela, dulce de leche, crema batida, frutos rojos, chocolate rallado, etc.). Ver receta
  • Granola con yogur: es un “básico” del brunch, muy nutritivo, y queda lindísimo servido en vasitos de vidrio pequeños. Ver receta
  • Scones con mermelada: otro clásico a la hora del brunch, que los chicos pueden comer también con crema o dulce de leche. Ver receta
  • Muffins de batata con chips de chocolate: si no los van a comer porque tienen “batata”, mejor no contarles ese detalle a los chicos. Quedan dulcísimos y los chips de chocolate se van a ocupar de tentarlos. Ver receta
  • Bagels: esos panes con forma de dona, con el agujerito en el medio, les van a encantar a los más chicos de la casa. Y se pueden rellenar a gusto con salmón y queso blanco con hierbas, jamón y queso, apio y roquefort pisado… ¡lo que quieran! Ver receta
  • Huevos revueltos con jamón: ¡porque no hay brunch sin huevos! Ver receta

 

  • Papas Rosti: una riquísima opción para sumar a las propuestas saladas. Ver receta
  • Bollitos de arroz yamaní (y los que sobran del brunch se usan para la vianda de la escuela). Ver receta
     
  • Quiche Lorraine: una tarta bien francesa para darle un toque de glamour al brunch. Ver receta
     
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