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La primera vez que lo vi no fue como me imaginaba

Yo esperaba ansiosa la llegada de mi bebé, imaginaba ese momento como algo maravilloso, disfrutaba cada día que pasaba porque era un día menos que faltaba para conocerlo, ver su carita, tenerlo en mis brazos... nunca pensé que iba a sentir de todo al verlo, de todo menos eso que imaginé. Tal vez a alguna le haya pasado lo que a mí: cuando me dieron a mi bebé después de 6 horas de trabajo de parto me sentí mala madre, muy culpable, insensible, porque no podía sentir ese amor inexplicable del que me habían hablado. Lloraba pero por todo lo que había pasado y porque muy dentro mío sabía que no estaba sintiendo esa magia, esa felicidad inmensa. Por ahí muchas no me entiendan, pero sé que hay otras a las que les pasó lo mismo, que se imaginaban que iba a ser como en las películas, pero no. A ellas y a las que les vaya a pasar algo así les digo desde mi experiencia que no se preocupen, que es normal.

Como leí alguna vez en un comentario de una mamá que pasó por lo mismo, les quiero contar que ese día nació mi hijo pero yo, como madre, con ese amor inmenso para darle, nací recién dos semanas después.

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