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Toxoplasmosis: ¿debo deshacerme de mi gato si estoy embarazada?

El miedo a tener contacto con los gatos producto de que puedan contagiar toxoplasmosis, o la duda acerca de si hay que deshacerse o no del gato que está en el hogar durante el embarazo, es común en muchas embarazadas. Sin embargo, no todos los gatos son portadores de este parásito y tampoco son la fuente de transmisión más riesgosa.

Si se infecta -producto, por ejemplo, del consumo de carne cruda de otro animal infectado o agua infectada-, el felino incuba el parásito durante un periodo de entre 3 y 20 días (según la forma en que lo ingiere). Luego de esta etapa, y durante solo 1 mes, libera los ooquistes (lo que forman los parásitos) en las heces, y tras este período, aunque se vuelva a infectar, nunca más liberará ooquistes en su vida (a menos que sufra una baja de defensas muy importante por alguna enfermedad).

Es decir que esto, agregado a que los ooquistes se vuelven infecciosos luego de las 48 a 72 hs. de estar en contacto con el medio, implica un porcentaje de riesgo menor de contraer la enfermedad producto del contacto con las heces del gato doméstico, en comparación al contagio por consumir, por ejemplo, carne cruda o mal cocida, o verduras mal lavadas, que son las formas de contagio más frecuentes.

A modo de prevención, en caso de tener un gato en casa o de estar en contacto con felinos por otras razones, además de las recomendaciones mencionadas en esta nota, no hay que permitir que el animal ingieran carne cruda o mal cocida o que salga al exterior donde puede llegar a cazar ratas o algún pájaro. Que otra persona se encargue de higienizar su caja sanitaria diariamente y mantener el hogar bien limpio también es importante.

Asesoraron: Dra. Marisa David, gineco-obstetra;
Dra. Diana del Río, médica veterinaria

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