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¿Cómo elegir y usar una base de maquillaje?

Hoy en día, las bases de maquillaje son cada vez más livianas y nutritivas, vienen con productos humectantes, a prueba de agua y hasta con protector solar. Por eso, son la opción ideal para lucir una piel perfecta, natural y para nada sobrecargada.

Las opciones en bases de maquillaje son tantas que cada mujer deberá transitar un camino de prueba hasta dar con la que le resulte más confortable y adecuada: líquidas, en polvo, en mousse, en crema y hasta en barra, la clave es elegir una del mismo tono que la piel.

Para asegurarse de que el color elegido sea el correcto, conviene probar la base en el dorso de la mano y acercarse a una ventana para evaluarla con luz natural. Además, hay que tener en cuenta que la base no es la misma para invierno y verano: si la piel está bronceada, el tono de la base debe ser acorde. Para lograr esto existen bases de maquillaje que traen varios tonos con un aplicador especial que permite combinarlos de acuerdo al tono que la piel tenga en el momento de usarla.

En el momento de iniciar el maquillaje, la piel debe estar limpia y bien humectada. En primer lugar se coloca el corrector y después se aplica la base: según su textura, se la puede colocar con los dedos, con una esponja sintética o con un pincel. Es importante distribuirla de manera pareja y llegar hasta la raíz del pelo, las orejas y el cuello para que no quede como una “máscara”. El maquillaje continúa con la aplicación de sombras, rubor, rimmel y lápiz de labios o gloss. Para evitar que la piel “brille”, se termina con la aplicación de polvo volátil.

En el caso de que se desee un tono más “bronceado”, nunca hay que aplicar una base más oscura que la piel en todo el rostro, sino intensificar el color en pómulos y mentón con otro tonalizador.