Alquilar prendas y accesorios, una alternativa para salir del paso con elegancia y sin gastar de más

No hay mujer moderna a la que no le guste lucirse en una fiesta, ser original y trascender con su vestuario, tarea que se convierte en una odisea cuando en sólo unos meses se presentan por lo menos diez eventos que exigen una mínima producción.

Pero a no desesperarse, hay una alternativa que se ha puesto de moda y que cuenta con el aval de la tendencia: el alquiler de ropa y accesorios.

Ante la necesidad de las mujeres de variar su vestimenta y reinventar su guardarropas de manera casi constante, surgió la posibilidad de lucir fantástica sin gastar la cantidad de dinero que exige la compra de trajecitos, faldas, u otros equipos de fiesta.

Los emprendimientos dedicados al alquiler de prendas supieron responder ante una necesidad que exige, sobre todo en esta época, una solución económica. Con una tendencia importada desde los Estados Unidos, estas empresas ofrecen gran cantidad de diseños que incluyen vestidos cortos y largos y además, en algunos casos, el servicio de tintorería.
 
A la eficacia de esta alternativa se suma el hecho de que alquilar un vestido comprado en otro país es garantía de originalidad, ya que es casi imposible que ese mismo modelo lo tenga puesto más de una persona en una misma fiesta.

Algunos de estos sitios también ofrecen la posibilidad de comprar las prendas a un precio más accesible debido a que ya fueron utilizadas. Teniendo en cuenta que en muchos casos se trata de vestidos de marcas internacionales y exclusivas, este agregado es muy tentador.

Además, para las amantes de las vestimentas antiguas, existen espacios donde el pasado sigue presente. Diseños al estilo Marilyn, romántica lencería, sombreros, carteras y otros accesorios, con la inigualable confección de décadas anteriores,  son ofrecidos para su alquiler en distintos emprendimientos. 

Gracias a la alternativa de alquilar, ya no es necesario salir corriendo a comprar costosas prendas que serán utilizadas sólo una vez y permanecerán por años en el placard.

Fuente: Diario La Nación,  21 de febrero de 2010