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La importancia de comer frutas

No todos tenemos el hábito de consumir frutas y, tratándose de un alimento tan importante, es fundamental aprender a disfrutarlas e incorporarlas en la mesa familiar.

Los estantes de la frutería rebosan de fibras, vitaminas, minerales y fitonutrientes. Con su enorme variedad de colores y sabores, las frutas tienen muchos efectos beneficiosos para el organismo: limpian los dientes, evitan la caries dental, regulan el tránsito intestinal y se las considera un alimento clave en la prevención del cáncer porque aportan antioxidantes capaces de eliminar los radicales libres. Además, por su baja densidad calórica y su capacidad de brindar saciedad, son un gran aliado a la hora de controlar el peso.

Sin embargo, a pesar de que se trata de un alimento fácil de consumir (sólo deben ser lavadas o peladas), hay quienes no comen ni siquiera una fruta al día. Teniendo en cuenta que la asociación “5 al día” propone consumir como mínimo cinco porciones diarias entre verduras y frutas, hay que reconocer que las costumbres alimentarias de muchas familias están lejos de alcanzar este ideal.


¿Cómo incorporarla?


Elegir una linda frutera y tenerla siempre rebosante sobre la mesa del comedor, puede ser un buena y tentadora opción para calmar el hambre en cualquier momento del día. Además de fruta fresca, como colación se puede optar por orejones de ciruela, pera o damasco, frutas secas y/o jugos de fruta.

En el desayuno es una buena idea agregar un vaso de jugo de naranja y en la merienda algún licuado de fruta con agua o leche. Cuando hace calor, estas ideas son siempre bienvenidas, además, se pueden agregar frutas cortadas a los cereales con leche o al yogur con copos.

En las comidas principales también se puede incluir fruta: por ejemplo, los gajos de naranja o pomelo quedan muy bien en la ensalada, el pollo se puede preparar “a la naranja” y el cerdo, con puré de manzana. La pera cortada en rodajas y apenas dorada en manteca acompaña muy bien una ensalada de rúcula, roquefort y nueces.

Como postre se puede servir ensalada de fruta con mucha variedad o hacer alguna “tricolor” que se vaya variando: banana, frutilla y kiwi; durazno, ciruela y manzana, etc. En época de frío puede ser muy tentador ensartar trozos de fruta en un palito de brochette y cocinarlos en el horno envueltos en papel de aluminio. Se puede rociar con miel y espolvorear con chispas de chocolate para conseguir un postre todavía más interesante.

Un extractor de jugos puede ser de utilidad para aumentar el consumo de fruta. Además, estos robots de cocina permiten hacer jugos de vegetales y preparar, entonces combinaciones súper nutritivas como zanahoria y manzana verde, apio y manzana, etc.

Las compotas, las tartas de fruta, los buñuelos y la gelatina con trocitos de fruta fresca cortada son otras alternativas para que toda la familia se beneficie con las excelentes propiedades de las frutas.

 

Asesoró: Lic. Gabriela Lima, psicopedagoga