Pasar al contenido principal

La incontinencia urinaria: un malestar típicamente femenino

Lo que en un principio puede parecer “un accidente” se transforma claramente en una problemática y a pesar de que la pérdida involuntaria de orina es bastante común después de la menopausia, el pudor hace que muchas mujeres no consulten al médico.

La incontinencia urinaria es mucho más que la pérdida involuntaria de orina, porque si bien puede provocar infecciones urinarias y genitales, úlceras y erupciones en la zona genital, la consecuencia más grave es la que genera a nivel social, porque la persona siente vergüenza, se queda en su casa, deja de frecuentar a sus familiares y amigos y esto puede traerle problemas psicológicos graves, como la depresión.

La idea de que se puede mojar en público o que alguien va a percibir el olor de la orina son dos de los fantasmas que acompañan permanentemente a las mujeres que padecen este trastorno. Y por supuesto, la vida sexual y de pareja también se resiente.

La incontinencia urinaria puede aparecer a cualquier edad –aunque es más frecuente después de la menopausia- y se supone que entre un 30 y un 40 por ciento de las mujeres adultas la padecen. La dificultad para controlar a voluntad la necesidad de orinar puede deberse a una infección de las vías urinarias, a una irritación o infección vaginal, al estreñimiento o aparecer como resultado de los efectos secundarios de un medicamento. Las nombradas anteriormente son las causas que se resuelven con tratamientos más sencillos.

Otras razones, cuyo tratamiento es más complicado, pueden ser: la debilidad de los músculos que sostienen la vejiga, de la vejiga misma o de los músculos de la uretra, músculos de la vejiga muy activos, problemas hormonales de la mujer, desórdenes neurológicos.

Un punto a tener en cuenta es que la incontinencia urinaria también puede ser producto del stress que se sufre por una vida agitada –en este caso es más común en la mujer joven- o por alguna situación particularmente estresante, como la pérdida de un ser querido.

El momento en el que se produce la pérdida de orina permite categorizar en tres tipos la incontinencia urinaria:

  • Incontinencia de esfuerzo: se produce cuando se realizan movimientos como toser o estornudar.
  • Incontinencia de urgencia: se relaciona con la “vejiga hiperactiva” y se observa en aquellas personas que necesitan ir al baño de manera urgente y muy frecuentemente. 
  • Incontinencia mixta: en la que se combinan las dos situaciones anteriores.

Para no perder calidad de vida, es fundamental que la mujer supere la vergüenza y se acerque al consultorio del médico especialista, quien podrá sugerirle el tratamiento adecuado según el caso: dejar de fumar, adelgazar y ejercitar los músculos de la pelvis son los primeros pasos y también los más sencillos. Los medicamentos que existen para tratar este trastorno deben ser evaluados por un especialista, ya que tienen efectos secundarios. La cirugía avanzó mucho en los últimos años y las nuevas técnicas permiten corregir la incontinencia con una intervención quirúrgica breve que no deja cicatrices.

 
Asesoró: Grupo de especialistas del Servicio de Uroginecología
del Instituto Médico Halitus


Flujo vaginal, infección urinaria, hongos, trastornos de menstruación, Papaniolau, colposcopia, ecografía transvaginal. ¿Dudas? ¿Consejos? Compartí con otras mujeres todas tus experiencias en relación a esta temática en el foro Ginecología