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Lipoescultura y lipoaspiración

Es común (y legítimo) que aspiremos a exhibir cuerpos delgados, esbeltos y similares a los que muestra la publicidad. Se alcanza con esfuerzo a través de dietas y ejercicios o bien ayudándonos con técnicas de la medicina. Pero antes hay cuestiones que es necesario considerar.


Vernos mejor: ¿A cualquier precio?

 

En nuestro afán –a veces desesperado- de alcanzar un modelo estético, se puede caer en soluciones rápidas que muchas veces no cumplen con lo que prometen. Y lo que es peor, pueden poner en riesgo nuestra salud.

La lipoaspiración, por su popularidad, resultados y seguridad (es una de las cirugías con menor índice de complicaciones), se convirtió en el objeto de deseo femenino, en el afán de remodelar el cuerpo y alcanzar la tan deseada silueta corporal. Sin embargo, hay algunas consideraciones, dudas y confusiones comunes que deben tenerse en cuenta. Por eso, antes de decidir una cirugía es necesario pensar bien qué expectativas tenemos y hablarlas con el cirujano.

 

Esos kilitos de más…

 

La acumulación de grasa en determinadas zonas del cuerpo es resultado del aumento de células adiposas (adipositos) por motivos diversos: predisposición genética, mala alimentación y hasta trastornos hormonales.

Para eliminar esa grasa, la lipoaspiración es hoy la cirugía plástica más realizada, más temida y, al mismo tiempo, más deseada por las mujeres. A pesar de ser una cirugía reciente, inventada por el francés Illouz en 1983, la lipoaspiración tuvo un enorme desarrollo técnico durante los últimos veinte años, pasando a ser la cirugía plástica más realizada en todo el mundo.

 

¿Qué es la lipoaspiración?

 

Es un procedimiento quirúrgico por el cual se introducen cánulas de diferentes diámetros en cortes que se realizan en la piel para extraer, a través de presión al vacío, la grasa ubicada debajo. La presión se realiza mediante un lipoaspirador (bomba o motor) o bien de manera manual.

Entre la piel y la masa muscular se encuentra la capa de tejido adiposo formada básicamente por células (adipositos). Cuando una persona ingiere nutrientes en exceso, el volumen de esa capa grasa es mayor. En la lipoaspiración se extrae parte de esa capa de tejido graso.

Antes, la única manera de quitar la grasa excedente era mediante una extirpación directa de los cúmulos adiposos, con las consecuentes cicatrices y riesgos quirúrgicos.

 

¿Cuál es la diferencia entre lipoaspiración y lipoescultura?

 

Una de las dudas más comunes es la diferencia entre lipoaspiración y lipoescultura. En realidad, la lipoescultura no es un término técnico, sino popular. Muchos usan el término lipoescultura para describir la lipoaspiración de varias regiones en una misma cirugía. Otros afirman que es una lipoaspiración en la cual se retira grasa de un área y se inyecta en otra (injerto).

También hay quienes sostienen que la lipoescultura suele aplicarse en zonas más reducidas donde se requiere mayor precisión en el control de las cánulas de extracción y resulta vital que las marcas del procedimiento (incisiones) sean controladas y fácilmente ocultadas.

Lo común a estas concepciones radica en considerar a la lipoescultura como una técnica mucho mas delicada, evolucionada y sofisticada, que utiliza cánulas de menor diámetro, retira el excedente de grasa y remodela la que no se desea extraer, casi un procedimiento artesanal, que depende de la sensibilidad del cirujano plástico que la realiza.

Sin embargo, en los hechos la realidad es que “lipoescultura” es simplemente un término más para designar la tan popular lipoaspiración.


Derribando mitos

 

Al contrario de lo que muchos piensan, la lipoaspiración no se practica para adelgazar ni para perder peso: se realiza con el objetivo de remodelar el cuerpo, retirar la gordura localizada y, así, cambiar el contorno corporal.

El cambio en la balanza después de la cirugía no es tan grande como la evidente pérdida de peso que el paciente presenta durante el pos-operatorio. Esto se debe al poco peso de la grasa comparada con otros tejidos corporales (hueso, músculo, etc.).

Quiénes son las candidatas a la lipoaspiración

 

Las mejores candidatas a la lipoaspiración son aquellas pacientes que están cerca al peso ideal y que presentan gorduras localizadas, difíciles de perder con dietas.

Las pacientes con mucho sobrepeso, que necesitan perder grandes cantidades de tejido graso en áreas extensas, además de presentar mayor riesgo quirúrgico (tiempo de cirugía, pérdida de sangre, etc.), presentan mayor riesgo de irregularidades y de un exceso de piel durante el postoperatorio, ya que en la lipoaspiración no se retira la piel excedente.

Una persona debe tener expectativas realistas sobre lo que esta operación puede conseguir. Si bien puede mejorar la apariencia y la autoestima, no necesariamente quien se someta a la intervención se parecerá a un ideal imaginario.

Los mejores candidatos para la lipoaspiración son aquellas personas de piel firme y elástica, que tienen adiposidades localizadas en algunas áreas del cuerpo.

La edad no es de mayor importancia, aunque en pacientes de más edad la piel es menos elástica y sus resultados pueden ser algo inferiores a los de pacientes más jóvenes.

La lipoaspiración tiene riesgos aumentados en los individuos con enfermedades crónicas como la diabetes, afecciones cardíacas o pulmonares de importancia, mala circulación, o aquellos que han sufrido cirugías recientes cerca del área a tratar.


 Muy importante: la consulta al cirujano


Las personas que piensan en una lipoaspiración muchas veces se sienten confundidas por la cantidad de opciones y técnicas diferentes que se promocionan en los medios.

El cirujano plástico es quien debe ayudar a elegir, ya que él cuenta con el “criterio quirúrgico”, que es una capacidad desarrollada con el entrenamiento quirúrgico y la experiencia. El cirujano también utiliza esta capacidad para prevenir complicaciones y para tratarlas en el caso que ocurran.

 

Conclusiones

 

La lipoaspiración es hoy una de las cirugías más seguras y más frecuentemente realizadas en el mundo.

Como en toda cirugía, el buen resultado está en la indicación precisa, capacidad profesional del médico y en la infraestructura del lugar donde será realizada.

Las cicatrices de una liposucción son pequeñas y se trata de que queden cubiertas de la vista incluso aún cuando se usa una bikini.

Los resultados pueden llegar a ser permanentes, siempre y cuando se mantenga dentro del peso de la persona. Siempre que las expectativas sean realistas, el nuevo cuerpo conformará a la paciente.

Es importante señalar que la lipoaspiración no es una cura para la obesidad y por ningún motivo deberá considerarse sustituto de programas alimentarios o de ejercicios. Tampoco se trata de una solución definitiva ya que el paciente podrá engordar o adelgazar con posterioridad a la práctica quirúrgica.

Los resultados y la duración de los mismos dependerán en gran medida del cuidado que se ponga en mantener una figura armónica con una dieta bien equilibrada y una importante dosis de actividad física.

Asesoró: Sociedad Argentina de Cirugía Estética, Plástica y Reparadora; Dr. André Gonçalves de Freitas Colaneri, Cirujano Plástico Especialista de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica

 


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