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Uñas perfectas al alcance de la mano

Las manos son una carta de presentación que pueden complementar o arruinar el arreglo personal. Elegir la ropa con cuidado, maquillarse y combinar los accesorios no es suficiente para estar impecable si el esmalte está saltado o las uñas se ven desprolijas.

La prolijidad de las uñas y la suavidad de las manos forman parte del arreglo personal y es muy fácil tenerlas lindas siguiendo algunos pasos:

  • Cuidar la alimentación: la falta de vitaminas y minerales puede provocar que las uñas se escamen, presenten manchas o se quiebren con facilidad. Una dieta balanceada y, de ser necesario, algún complejo vitamínico indicado por el médico será suficiente para tenerlas sanas.
  • La manicura profesional, hecha una vez por semana, es una garantía de que las manos van a estar cuidadas. Pero si esto no es posible, con sólo dedicarle un tiempo a las manos en casa también lucirán perfectas.
  • Mantenerlas parejas: cualquiera sea el largo que se elija, es importante que exista una armonía. Queda muy antiestético llevar las uñas muy largas y dos cortadas al ras porque se comieron. En ese caso, conviene llevarlas todas bien cortitas. Ya crecerán.
  • Elegir limas de cartón en vez de las de metal que lastiman las uñas.
  • Tener en la mesa de luz una crema nutritiva para manos y uñas y aplicarla generosamente todas las noches antes de dormir. En el caso de que la piel esté muy seca, se pueden usar guantes de algodón durante la noche, para que la crema se absorba mejor gracias al calor.
  • Elegir un día, que puede ser del fin de semana, para organizar los elementos y hacer una manicura casera: un bol con agua tibia, una toalla, un palito de naranjo para empujar la cutícula –que nunca debe cortarse-, un alicate por si hay algún pellejito que retirar, una crema exfoliante suave y otra humectante, quitaesmalte y algodón para quitar la pintura anterior, una base fortalecedora acorde a las necesidades de cada persona –humectante, anti-quiebre, anti-escamación, etc.- y el color de esmalte elegido. Brillo y secador de esmalte en aerosol son opciones para dar el toque final.

Primero hay que retirar el esmalte viejo embebiendo un algodón en quitaesmalte sin acetona, presionándolo sobre la uña y arrastrándolo hacia la punta, sin frotar. Poner las manos en remojo unos minutos en el agua tibia. Aplicar la crema exfoliante, masajear, enjuagar y secar bien. A continuación, limar dándole el largo y la forma deseados.
Colocar crema en las cutículas y empujar con el palito de naranjo, luego enjuagar para retirar bien los restos de crema.

Aplicar una base fortalecedora, dejar secar y pasar a continuación dos capas ligeras del esmalte elegido.

Para terminar se puede colocar brillo transparente y rociar las uñas con secador de esmalte. Hay que tomarse el tiempo necesario hasta que las uñas se sequen antes de ponerse a hacer alguna actividad, de modo de no marcarlas.

Durante la semana, hay que tener la precaución de usar guantes de goma para lavar los platos y hacer las tareas domésticas y no usar las uñas como “abrelatas”, porque hacer palanca con ellas puede partirlas, por muy fuertes que sean.

En el caso de que se observe alguna anomalía, para tratar las uñas hay que recurrir a un médico dermatólogo.