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¿El sexo del bebé determina la forma de la panza?

Desde que empieza a notarse la panza, familiares, amigos de la embarazada, y hasta desconocidos, comienzan a tratar de adivinar el sexo del bebé con teorías  como “si la panza está en punta, es varón”, “si la panza es más redonda, es nena”, etc. Sin embargo, no hay pruebas científicas de que el sexo del bebé determine la forma de la panza, sino que hay otros factores que influyen:Tono muscular: la flacidez muscular es un factor determinante de la forma y el tamaño de la panza. Esto suele hacer que los segundos embarazos sean más “voluminosos” y la panza comience a notarse antes.Anchura de la pelvis: la constitución pélvica de la futura mamá también es significativa. En pelvis más estrechas, el bebé tiende a encajarse menos, lo que lleva aparejado una panza más “alta” y mayor volumen.Posición fetal: la posición del bebé en el útero también es un factor determinante. Si el bebé está con la espalda pegada a la columna de la madre y las piernas hacia delante, la panza puede tener un aspecto un poco más en punta.Peso previo al embarazo: más allá de la evolución del embarazo y la edad gestacional, el peso previo de la madre y la cantidad de kilos que engorde en el embarazo determinará una panza más abultada o no. Asesoró: Dra. Martina Carro, gineco-obstetra especialista en reproducción

Desde que empieza a notarse la panza, familiares, amigos de la embarazada, y hasta desconocidos, comienzan a tratar de adivinar el sexo del bebé con teorías  como “si la panza está en punta, es varón”, “si la panza es más redonda, es nena”, etc. Sin embargo, no hay pruebas científicas de que el sexo del bebé determine la forma de la panza, sino que hay otros factores que influyen:

  • Tono muscular: la flacidez muscular es un factor determinante de la forma y el tamaño de la panza. Esto suele hacer que los segundos embarazos sean más “voluminosos” y la panza comience a notarse antes.
  • Anchura de la pelvis: la constitución pélvica de la futura mamá también es significativa. En pelvis más estrechas, el bebé tiende a encajarse menos, lo que lleva aparejado una panza más “alta” y mayor volumen.
  • Posición fetal: la posición del bebé en el útero también es un factor determinante. Si el bebé está con la espalda pegada a la columna de la madre y las piernas hacia delante, la panza puede tener un aspecto un poco más en punta.
  • Peso previo al embarazo: más allá de la evolución del embarazo y la edad gestacional, el peso previo de la madre y la cantidad de kilos que engorde en el embarazo determinará una panza más abultada o no.

 


Asesoró: Dra. Martina Carro, gineco-obstetra
especialista en reproducción