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¿Hay que agregarle sal a la comida del bebé o es mejor evitarla?

No es aconsejable agregar sal en comidas ya preparadas o durante la preparación. Ya de por sí, los alimentos contienen sodio en su composición química y este es suficiente para cubrir los requerimientos del lactante, así como de los niños y adultos. Además, la sal común contiene cloro y sodio, este último asociado al aumento de la presión arterial que, cuando es crónico, se conoce como hipertensión. Por eso, no hay razones para agregarle sal a la comida.Lo mejor entonces es que los niños empiecen conociendo el sabor original de los alimentos, sin agregados. Y si bien la indicación sería que se puede empezar a agregar sal en las preparaciones a partir de los 2 años de vida del niño, no es necesario usarla, más que nada porque el gusto por lo salado se adquiere y en la mayoría de los casos es la preferencia materna la que lleva a agregar sal a las preparaciones, no el “pedido” del niño para darle más o mejor sabor a las comidas.Siguiendo esta línea, también se aconseja evitar el consumo de aquellos alimentos con excesiva cantidad de sodio, como los enlatados, embutidos, fiambres, caldos concentrados, sopas envasadas, productos de copetín, snacks, etc.,  y tratar de reemplazarlos por otros más saludables.Asesoró: Lic. María Laura García, nutricionista

No es aconsejable agregar sal en comidas ya preparadas o durante la preparación. Ya de por sí, los alimentos contienen sodio en su composición química y este es suficiente para cubrir los requerimientos del lactante, así como de los niños y adultos. Además, la sal común contiene cloro y sodio, este último asociado al aumento de la presión arterial que, cuando es crónico, se conoce como hipertensión. Por eso, no hay razones para agregarle sal a la comida.

Lo mejor entonces es que los niños empiecen conociendo el sabor original de los alimentos, sin agregados. Y si bien la indicación sería que se puede empezar a agregar sal en las preparaciones a partir de los 2 años de vida del niño, no es necesario usarla, más que nada porque el gusto por lo salado se adquiere y en la mayoría de los casos es la preferencia materna la que lleva a agregar sal a las preparaciones, no el “pedido” del niño para darle más o mejor sabor a las comidas.

Siguiendo esta línea, también se aconseja evitar el consumo de aquellos alimentos con excesiva cantidad de sodio, como los enlatados, embutidos, fiambres, caldos concentrados, sopas envasadas, productos de copetín, snacks, etc.,  y tratar de reemplazarlos por otros más saludables.


Asesoró: Lic. María Laura García, nutricionista

Encuestas

¿Usás sal o azúcar agregada en el menú familiar?

Sí, siempre
47% (28 votos)
A veces
25% (15 votos)
No
28% (17 votos)
Votos totales: 60