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Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer

El 4 de febrero se lleva a cabo el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer con el fin de incentivar la prevención, información y aumento de la calidad de vida de los enfermos.

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, de no mediar intervención alguna, 84 millones de personas morirán de cáncer entre 2005 y 2015.

Esta enfermedad comienza en el interior de las células, cuando el proceso de crecimiento y reproducción de las mismas se descontrola. Se forman nuevas células (innecesarias para el cuerpo) y las viejas o dañadas no mueren cuando deberían hacerlo sino que dan lugar a nuevas células ya alteradas. Estas células anormales y que no son necesarias, forman una masa de tejido llamado tumor.

Los tumores pueden ser benignos (no cáncer) o malignos (cáncer). Las células de tumores benignos generalmente no son tan dañinas como las de tumores malignos.

Si bien las causas de cáncer pueden ser varias, más allá de las genéticas, hay causas que tienen que ver con factores externos evitables:

  • El consumo de tabaco: hoy en día causa 1,8 millones de muertes anuales por cáncer
  • Exceso de peso, obesidad o inactividad física: en conjunto causan 274.000 muertes anuales por cáncer
  • Consumo nocivo de alcohol: causa 351.000 defunciones anuales por cáncer
  • Infección por virus del papiloma humano (VPH) trasmitido por vía sexual: causa 235.000 defunciones anuales por cáncer
  • Agentes carcinógenos en el entorno laboral: causan al menos 152.000 defunciones por cáncer.


La OMS señala que es posible prevenir un 40 por ciento de los casos de cáncer evitando exponerse a factores de riesgo y adoptando hábitos saludables que mejoren la calidad de vida y ayuden también a minimizar los riesgos de sufrir otras enfermedades:

  • Realizar actividad física: en adultos es recomendable un nivel mínimo de 30 minutos diarios de actividad física regular (por ejemplo caminar) y de 60 minutos para niños y jóvenes en edad escolar.
  • Utilizar protectores solares de amplio espectro y evitar por completo el uso de camas solares -que utilizan los rayos Ultravioletas A que inducen el bronceado pero a su vez tienen un mayor poder de penetración y contribuyen en la generación de cáncer de piel-. En los primeros 18 años de vida una persona recibe alrededor del 80 por ciento de la radiación de toda su vida, por eso el uso de protector en bebés y niños es fundamental.
  • Mantener una dieta saludable que se caracterice por: una baja ingesta de grasas de origen animal (fiambres, embutidos, manteca y leche entera, por ejemplo) y de ácidos grasos trans (presentes en la margarina, los productos de pastelería y las golosinas, entre otros), consumo de frutas y verduras (al menos 400 gramos por día), así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos, y reducir al mínimo la exposición a aflatoxinas en los alimentos (un contaminante que produce moho y que puede estar presente de vez en cuando en leches, quesos, maní, etc.)
  • Controles ginecológicos: las mujeres -especialmente entre los 35 y 64 años- deben hacerse un PAP cada año.
  • Realizar una mamografía cada dos años a partir de los 50 años. En mujeres de alto riesgo este programa puede iniciarse antes, desde los 40 e incluso 35 años, con una periodicidad mayor.
  • Los hombres y mujeres a partir de 50 años se deben realizar pruebas de detección precoz de cáncer de colon.
  • Vacunarse contra la hepatitis B para prevenir el cáncer de hígado y contra el VPH (si es posible antes del inicio de las relaciones sexuales) para prevenir el cáncer cervical.

 


Fuentes: Organización Mundial de la Salud