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Cáncer de ovario

Debido a que no provoca síntomas hasta que alcanza un estadío avanzado, el cáncer de ovario es difícil de detectar precozmente. Por eso, es importante realizar un seguimiento ginecológico adecuado, que permita eventualmente tratarlo a tiempo.


¿Qué es?


Es un tumor maligno que se origina principalmente en las células que recubren a los ovarios. Cuando no invade tejidos u órganos vecinos, las probabilidades de curación con un tratamiento apropiado son altísimas, y es potencialmente curable aún cuando no está limitado al ovario.


Síntomas


Esta enfermedad no suele presentar síntomas tempranos, lo cual representa un desafío para la detección en estadíos incipientes. Afecta principalmente a mujeres mayores de 35 años, aunque generalmente lo padecen las mayores de 50. Puede asociarse a cualquiera de los siguientes signos:

  • Dolor abdominal, lumbar o pelviano.
  • Dolor y/o hinchazón en los miembros inferiores.
  • Aumento significativo del perímetro abdominal (“hinchazón”).
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Fatiga.
  • Sangrado anormal por la vagina. 
  • Molestias al orinar o al defecar.


Diagnóstico


El diagnóstico puede efectuarse a través de varios métodos:

Examen ginecológico y clínico: para detectar, por medio del examen físico, alteraciones que justifiquen estudios posteriores.

Ecografía: permite detectar la presencia de tumores ováricos y su posible diseminación fuera de ellos.

Tomografía computada: ante la sospecha firme de un cáncer de ovario, las imágenes obtenidas por tomografía computada permiten realizar una exploración minuciosa de los sitios que la enfermedad puede afectar, complementando a la ecografía.

Marcador tumoral CA 125: consiste en un análisis para medir la concentración de dicha sustancia en la sangre. Si es creciente, puede indicar actividad de la enfermedad. Sin embargo, no es un método cien por ciento confiable, ya que un valor normal de CA 125 no excluye completamente la presencia de un cáncer de ovario - las células tumorales no siempre producen CA 125 -, y un valor elevado tampoco confirma el cáncer - otro tipo de células pueden producir CA 125 -.

Biopsia: es el único método fehaciente para confirmar el diagnóstico. Consiste en una toma de muestra del tejido probablemente enfermo, para su posterior estudio microscópico.


Causas


Si bien el detalle de los mecanismos que causan esta enfermedad no se conoce, hay algunos factores que aumentan el riesgo de padecerla:

  • Familiares que hayan padecido cáncer de ovario, mama o colon.
  • Antecedentes personales de cáncer de mama o colon.
  • Menarca a edad temprana.
  • Menopausia tardía.
  • Uso de drogas para aumentar la fertilidad.
  • Tratamiento con estrógenos después de la menopausia.

Entre los factores que disminuyen el riesgo de padecer esta enfermedad se encuentran los siguientes:

  • Uso de pastillas anticonceptivas.
  • Tener hijos.
  • Amamantar.
  • Ligadura de trompas.
  • Extirpación del útero.


Tratamiento


El tratamiento depende fundamentalmente de la etapa en que se diagnosticó el cáncer y de múltiples factores relacionados con cada paciente - otros problemas de salud, edad, tratamientos previos, deseo de quedar embarazada, etcétera -.

Cirugía: consiste en la extirpación de los ovarios y el resto de los órganos reproductores femeninos – con excepción de la vagina – con el propósito de remover todo el tejido que pudo haber sido afectado por el cáncer. En el momento de la cirugía, el médico realiza maniobras con el fin de observar cuidadosamente y tomar múltiples muestras de diferentes sitios del abdomen y la pelvis, para determinar cuánto se extendió el cáncer - proceso de estadificación quirúrgica -, y extirpa todo el tejido tumoral que sea posible.

Quimioterapia: se basa en la utilización de drogas – en general por vía endovenosa – con el propósito de eliminar células cancerosas en cualquier localización. Es empleada frecuentemente después de la cirugía, cuando se considera probable la existencia de células cancerosas residuales, imposibles de detectar (tratamiento adyuvante). La curación del cáncer de ovario se debe a menudo a este tratamiento. La quimioterapia también puede utilizarse para controlar el crecimiento de tumores que – por diversas razones – no pueden ser curados, y así prevenir ciertas complicaciones o aliviar dolores y otros síntomas (tratamiento paliativo).

Radioterapia: consiste en el uso controlado de radiación de alta energía para eliminar las células cancerosas del tejido afectado. Es rara la utilización de radioterapia con intención curativa en el cáncer de ovario, pero puede ser útil con fines paliativos, cuando la cirugía no está indicada. Ejemplo: irradiación de adenomegalias - ganglios linfáticos aumentados de tamaño - en pelvis, que comprimen estructuras nerviosas o vasculares provocando dolor, dificultad para caminar, hinchazón, riesgo de infecciones, trombosis, etcétera.


Asesoró: Dr. Marcelo J. Fleischer. Oncólogo integrante del equipo médico del CONAI
(Centro Oncológico de Atención Integral). MN: 108.096
Dra. Mariana L. Moyano. Médica Clínica integrante del equipo médico del CONAI
(Centro Oncológico de Atención Integral). MN: 111.922