Pasar al contenido principal

Autobronceantes: color y cuidado de la piel

Cuando llegan los días lindos, las piernas y los brazos se asoman blancos debajo de la ropa de verano. Por eso, muchos recurren a los autobronceantes a la hora de tener un tono bronceado. ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de estos productos?

Una de las opciones elegidas para sacarse el blanco del invierno y empezar a tomar color son los productos autobronceantes, cosméticos en crema o aerosol que, distribuidos cuidadosamente sobre la piel, le van otorgando un tono bronceado que se oscurece con las sucesivas aplicaciones.

La mayoría de los autobronceantes actúa mediante un compuesto llamado dihidroxiacetona (DHA), un derivado de la caña de azúcar que se fija a las proteínas de la piel permitiendo que ésta tome color a nivel superficial, en la primera capa. La tonalidad del color depende del nivel de concentración de la DHA.

La seguridad es una de las ventajas que tienen estos productos, porque la DHA está aprobada por los ministerios de salud de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, la Unión Europea y la Food and Drug Administration en Estados Unidos. Además, el efecto bronceado es idéntico al que se obtiene por el sol pero sin causar daño ni envejecimiento.

Como desventaja, un pequeño grupo de personas puede sufrir reacciones alérgicas, por lo que se aconseja testear el producto en el antebrazo o en otra zona que no sea muy visible. El otro punto es que el color dura solamente unos días, porque la piel se descama naturalmente. Por eso, para mantener un tono parejo, hay que seguir aplicándolo con asiduidad.

Además, hay que ser muy cuidadoso en el momento de distribuirlo, porque si no se esparce de forma pareja pueden aparecer manchas más oscuras.

Pero fundamentalmente, hay que hacer hincapié en el hecho de que el autobronceante no protege del daño de la radiación ultravioleta y que al exponerse al sol hay que usar un protector solar aunque se haya obtenido un color oscuro gracias al autobronceante.

Para que el producto sea lo más efectivo posible, es recomendable exfoliar la piel antes de aplicarlo, evitar la zona de las cejas, cubrir la cara hasta el nacimiento del pelo y lavarse las manos luego de la aplicación, para que no se oscurezcan las palmas.

Después de colocado, hay que esperar veinte minutos antes de vestirse, para que el producto no manche la ropa, y una hora antes de bañarse, para no arrastrarlo con el agua y el jabón.

 


Asesoró: Miguel Ángel Allevato, Jefe de la División Dermatología
del Hospital de Clínicas José de San Martín