¿Qué es la displasia mamaria?

La displasia mamaria es una variante anatómica de la mama en la que el tejido mamario tiene la característica de responder en forma excesiva a los cambios hormonales durante el ciclo. Las mujeres con displasia son más sensibles ante hormonas como el estrógeno y la progesterona y esto provoca un aumento del tamaño de las mamas, que viene acompañado de dolor y que suele suceder en la segunda parte del ciclo.

Es una molestia tratable que no presenta ninguna relación con el cáncer de mama y que
suele producirse entre los 20 y 30 años de edad. Actualmente más del 60 por ciento de las mujeres de entre 30 y  50 años sufren de displasia.

¿Cuáles son las causas de la displasia mamaria?

Básicamente las causas tienen que ver con factores endocrinos (el sistema endocrino es el encargado de liberar hormonas a través de las glándulas) ya que los cambios son cíclicos y se producen durante la vida reproductiva de la mujer, mejorando cuando llega la menopausia, durante el embarazo y lactancia o al comenzar tratamientos que bloquean los estrógenos.

También hay causas psicológicas-neuroendocrinas y no endocrinas que tienen que ver con una alimentación descuidada o no adecuada o con el uso de cierto tipo de medicinas.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas son:

• Aumento de la sensibilidad mamaria al roce
• Dolor mamario de moderado a intenso días antes del comienzo de la menstruación, que disminuye o desaparece cuando finaliza la misma 
• Consistencia desigual e irregular en la mama, por lo general más marcada en los cuadrantes externos y asociada con dolor

Algunas mujeres pueden sufrir estas molestias de manera constante, es decir que el dolor puede estar presente durante todo el ciclo.

Ante estos síntomas, el médico especialista en Mastología será quien corrobore la presencia o no de displasia mamaria.

¿Cuál es el tratamiento?

Una de las maneras de tratar la displasia es a través de medidas higiénico-dietéticas, como por ejemplo disminuir el consumo de alimentos como el chocolate, el café, las bebidas colas y el té negro, que por sus composiciones estimulan el sistema nervioso central aumentando el dolor mamario

También se recomienda reducir el consumo de sal y de alcohol.

En algunos casos particulares el médico mastólogo puede indicar un tratamiento farmacológico.

Asesoró: Dra. Karina Pesce, especialista Universitaria en Mastología
Hospital Italiano de Buenos Aires