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Diferencias entre amar y estar enamorada

¿Cuál es la diferencia entre el amor y el enamoramiento? ¿Puede el enamoramiento durar mucho tiempo o toda la relación? ¿Qué pasa cuando el enamoramiento desaparece?

Algunas lo describen como mariposas en la panza, otras, como un estado de “embobamiento” total, otras, como una etapa donde nada, nada les importa más que estar con esa persona, pensar en ella, verse todo el tiempo, hablar de ella constantemente cuando no están juntos… ¿Cuántas peleas entre amigas habrán tenido su origen en ese estado tan especial? Es que el enamoramiento, distinto del amor, es un fenómeno equivalente a la hipnosis, donde una está como hechizada, encantada con ese otro al que ve y cree perfecto. Él tiene todo aquello con lo que una siempre soñó y en ese momento, digan lo que digan, nada ni nadie puede bajarlo de ese pedestal imaginario. Eso es el enamoramiento.

Como no se puede vivir así mucho tiempo, en ese estado donde ni siquiera comer importa porque es más fuerte el deseo de estar con el otro, el enamoramiento, en pos de la salud física y mental, tiene fecha de vencimiento, se diluye, dando paso al amor, en algunos casos, y a la ruptura, en otros.

Esto quiere decir que la estabilidad del vínculo amoroso no la garantiza el enamoramiento sino el amor, que es lo que perdura cuando los defectos (presentes en todos los seres humanos) comienzan a aflorar, a hacerse visibles, demostrando que esa persona que parecía perfecta, no lo es. La posibilidad de que el vínculo permanezca depende de que ambos puedan tolerar la ruptura del encanto, el fin del enamoramiento y el comienzo de una etapa más real, pero no por eso menos gratificante.

El amor, en este sentido, a pesar de que no tiene esa cuota de locura del enamoramiento, es más duradero porque se asienta sobre bases más sólidas, más estructurales que el enamoramiento, que es efímero. De todas maneras, dentro de ese amor pueden resurgir destellos de enamoramiento, que por momentos hagan magia en la relación y despierten a las mariposas dormidas.

Cuando, en cambio, la relación se rompe en pleno enamoramiento, o ese enamoramiento no es correspondido, la persona puede vivir esta situación como una catástrofe. Porque al haber idealizado al otro hasta el punto de empobrecerse una misma y que solo importe esa persona, una queda debilitada, sintiendo que no hay consuelo posible a semejante dolor, hasta que el paso del tiempo demuestra lo contrario.

Aunque el enamoramiento puede ser para muchas un estado “perfecto”, la clave para avanzar en una relación es aceptar que es efímero, y ser capaces de soportar la frustración que implica descubrir la imperfección del otro, y sostener la relación a pesar de las diferencias, las debilidades, los errores y las carencias. Si esto no es posible, y una corre detrás de ese estado ideal, relación tras relación, diluyendo vínculos cuando las imperfecciones salen a la luz, es momento de preguntarse qué esta pasando, hacer una autocrítica, y, si es necesario, consultar con un profesional para develar la causa de esto que impide construir algo sólido y perdurable.

Asesoró: Lic. Lila Isacovich. Directora Asistencial
de Fundación Buenos Aires