Creciendo junto a nuestros hijos adolescentes

Criar hijos no es una tarea sencilla y criarlos durante la adolescencia puede ser un desafío.
En estos tiempos los niños de 2 ya parecen de 12, dice Karen Maezen Miller, madre, escritora y creadora del blog donde comparte experiencias y reflexiones de su vida cotidiana.
En este escrito repasa los consejos que le dio un antiguo profesor sobre la crianza de niños, ideales para implementar con su hija de 18 años. 

Que vos y tu hijo se conviertan en uno 

Puede sonar extraño y no significa fabricar una amistad falsa. Significa convertirse en lo que tu hijo es en este momento, encontrarlo dónde y cómo está, disolviendo la distancia desde la cual lo juzgamos.

Cuando nos convertimos en una con mi hija, tal como es, encuentro que el secreto para criar a un adolescente es simplemente ser nuestra propia madre. Hay siete maneras para hacer esto: 

1. ¡Mantenete callado!- Los adolescentes se vuelven tan silenciosos como la tranquilidad que alguna vez deseaste. Parecen desaparecer dentro de ellos mismos, pero no te confundas, no están perdidos. Aceptá su silencio dentro de tu propio silencio, sin prejuicios. El silencio que guardan entre ustedes es amor puro. La confianza, la fe y el respeto crecen dentro del silencio. De esa manera, cuando tu hijo adolescente finalmente hable, será algo que realmente quiera compartir. 

2. No molestar- Te preocupa si tu hijo tiene suficiente sentido común. ¿Pero qué le das a él las 24 horas del día? ¿Duda y desconfianza? ¿Un regaño, un golpe, un empujón o un choque? ¿Una advertencia llena de odio? ¿Un descuido ansioso? ¿Todas las que mencioné? No dejes que tus miedos neuróticos traqueteen continuamente la calma entre ustedes.

3. Alimentate- Los niños aprenden a alimentarse por sí mismos. Ahora es tu turno. Cuando los adolescentes luchan por liberarse de su dependencia emocional, los padres pueden sentirse hambrientos de amor. Alimentá tus propias pasiones, metas e intereses descuidados.

4. No sacar conclusiones- Estamos profundamente apegados a los signos ilusorios de la crianza "exitosa". Como en todo en la vida, ante la dificultad que viene, inevitablemente se interrumpe nuestra auto-gratificación. Pero la realidad es que la única conclusión es que no hay conclusión. Mantenéte en el camino. Mirá como sigue la situación, hacia dónde va. Y así continuá por siempre.

5. Crecé- Esto es lo que mas recuerdo de ser un adolescente. Cuando llegué a la edad en que podía ver las debilidades y locuras de mis padres, solo deseaba una cosa: que ellos crecieran. Al igual que mi hija, estoy haciendo todo lo posible para crecer.

6. Golpeá la puerta suavemente- Por unos años más, al menos, tus hijos seguirán siendo invitados en tu hogar. Como con cualquier invitado, hay que ser un buen anfitrión. Esto incluye dar privacidad, respetar los límites, pedir permiso, etc. 

7. Esperá a que se abra la puerta- Se va a abrir. Porque nunca existió una puerta para empezar. Ustedes no son extraños. No son enemigos. Son dos flores en una sola rama: vos y tu hijo adolescente, son uno. 

                                                                                                                                    Ver la versión original