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Deportes: las 8 lesiones más comunes y cómo prevenirlas

Hay lesiones que son muy comunes en los chicos cuando hacen gimnasia o algún deporte. ¿Cómo prevenirlas?


Las lesiones más comunes se pueden dividir en: lesiones agudas, que suelen producirse por un golpe o por la aplicación de fuerza durante la práctica; lesiones por sobrecarga, que tienen que ver con acciones repetitivas que fuerzan o sobrecargan determinados huesos y músculos, y lesiones reincidentes, que tienen que ver con lesiones anteriores que no fueron bien curadas porque no se siguió con la recuperación indicada.

Dentro de estos tipos de lesiones hay algunas que son más comunes:
 

  • Desgarros musculares: ocurren cuando una o más fibras de un músculo se distienden o se “rompen”. Suceden cuando el músculo se contrae al estirarse, algo que puede pasar al correr, saltar o patear. Un desgarro se caracteriza por un dolor agudo que va cediendo con el paso de las horas, pero que vuelve al reiniciar la práctica. Los síntomas y una resonancia magnética pueden ayudar a determinar el diagnóstico. El tratamiento se basa en reposo, para lesiones leves, en fisioterapia (tratamiento que se realiza a través del ejercicio terapéutico y utilizando el calor, el frío, la luz, el agua, masajes o electricidad) y/o cirugía para lesiones más graves. 
  • Esguinces: son lesiones en los ligamentos que se encuentran alrededor de una articulación y que suelen ocurrir cuando la articulación es forzada a moverse a una posición antinatural (por ejemplo, ante una torcedura de tobillo). Dolor, hinchazón, hematomas en la zona son los síntomas más comunes. Hay distintos grados de esguinces y es muy importante cuidarlos con vendas en la zona y evitando hacer esfuerzo por un tiempo, también se puede poner hielo en la zona dolorida y elevarla por encima del corazón. La mayoría de los esguinces leves mejoran al cabo de 7 a 10 días. 
  • Fracturas: la fractura es la rotura del hueso que puede ocurrir por una caída, un golpe directo o por acciones repetitivas que estresan o sobrecargan al hueso. Si el hueso lastimado rompe la piel, se la denomina fractura expuesta. Los síntomas pueden ser: dolor intenso, extremidad o articulación visiblemente fuera de lugar, entumecimiento y hormigueo, incapacidad para mover la extremidad lesionada, hematomas y/o rotura de la piel. El tratamiento puede incluir yeso e inmovilización del hueso lesionado por unas semanas o una cirugía en casos más graves.
  • Lesiones en los tendones: las llamadas tendinitis y la lesión en el tendón de Aquiles son las más comunes. Suelen tener que ver con esfuerzos repetitivos como saltar o caer, o movimientos mecánicos con, por ejemplo, la muñeca. El dolor en la zona y dificultades para moverla son los síntomas principales y su tratamiento suele tener que ver con reposo o inmovilización de la zona si hay mucho dolor. El médico evaluará si es necesarios realizar kinesiología.



Asesoró: Dr. Guillermo Goldfarb, pediatra

  • Lesiones del ligamento cruzado anterior: muy común en los que realizan deportes de contacto, como el fútbol o el rugby. Esta lesión suele tener que ver con golpes en la rodilla (donde se encuentran estos ligamentos) que hacen que rote de forma no natural hacia adentro o hacia la otra rodilla. Ante el golpe se puede sentir  un “pop” al que le sigue una hinchazón de la zona. Dolor, inestabilidad al caminar e imposibilidad de apoyar peso sobre la rodilla lastimada son algunos de los síntomas. La lesión se confirma mediante estudios de imágenes y el tratamiento, dependiendo la gravedad, puede ir desde reposo a largo plazo, uso de muletas y férula en la rodilla, hasta una cirugía para reconstruir el ligamento.
  • Síndrome de Osgood-Schlatter: se trata de una inflamación del hueso, cartílago y/o tendón ubicado en la parte superior del hueso de la tibia.  Suele afectar a los adolescentes que realizan deportes que implican correr, saltar, hacer giros y que están atravesando el famoso “estirón” de crecimiento. No se sabe a ciencia cierta por qué se origina esta lesión, cuyo síntoma es una hinchazón o bultito en la rodilla que produce dolor y molestias, pero los especialistas coindicen en que la sobrecarga y los movimientos repetitivos de la rodilla pueden provocarlo. Esta lesión suele dejar de producirse, por lo general, entre los 14 y los 18 años, cuando los huesos del chico dejan de crecer. Hasta entonces, solo se indica el tratamiento de los síntomas limitando las actividades y, si el dolor es mucho, suspendiendo los deportes por un tiempo. 
  • Lesiones en el manguito rotador: el manguito de los rotadores es un conjunto de músculos y tendones que van pegados a los huesos de la articulación del hombro y permiten que éste se mueva y se mantenga estable. Esta lesión, que puede ser una tendinitis o un desgarro, es frecuente en los adolescentes y se da por un movimiento extremo en la rotación del hombro y por la elevación del brazo por encima de la cabeza. Suele verse en prácticas como natación o en otros deportes en los que hay que lanzar una pelota por encima de la cabeza como el vóley, básquet, tenis, etc. Puede provocar un dolor que empieza de forma intermitente en la parte posterior del hombro y que puede progresar a un dolor continuo que se detiene antes del codo. Para diagnosticarlo el médico puede indicar estudios de imagen. El tratamiento depende del tipo de lesión y puede ir desde descanso de la zona evitando ejercicios o actividades que impliquen elevar el brazo, ejercicios y fisioterapia, hasta cirugía en casos de mayor gravedad.
  • Dislocaciones o luxaciones: se trata de lesiones en las que los huesos se salen de lugar a la altura de la articulación. Son comunes en deportes de contacto como el rugby y suelen ser la causa de caídas o golpes. Pueden dislocarse las rodillas, los tobillos, los hombros, la cadera, los codos y la mandíbula, así como las articulaciones de los dedos de manos y pies. La hinchazón y el dolor son los síntomas principales y en algunos casos puede verse a simple vista el hueso fuera de lugar. El tratamiento depende de la articulación afectada y de la gravedad de la lesión. El médico puede intentar alguna maniobra para volver los huesos a su lugar, así como indicar medicamentos, una férula o cabestrillo (dispositivos externos y hechos de distintos materiales resistentes que sirven para sostener y proteger la parte del cuerpo afectada) y rehabilitación. Es posible que la articulación tarde unas semanas en restablecer su movimiento normal.
  • Cómo prevenir las lesiones
    • Llevar al chico a una revisión médica antes de empezar algún deporte.
    • Ir a la práctica y corroborar si el profesor cumple con las medidas de prevención necesarias.
    • Que cuente con períodos de descanso en la semana para que el cuerpo pueda recuperarse.
    • Verificar que tenga una preparación correcta antes, durante y después de comenzar la práctica: tiempo para calentar, elongación antes y después de la práctica, abundante líquido, buena alimentación y descansos necesarios. 
    • Que utilice siempre el equipo adecuado para el deporte en cuestión.
    • Que juegue de forma segura, evitando los golpes entre jugadores y respetando el reglamento.
    • Que pare si siente dolor, siempre.
    • Consultar con el médico ante dolores que no cesan o que vuelven a aparecer al reiniciar la práctica. Hay dolores que anuncian una posible lesión si el músculo, el hueso o la articulación se siguen exigiendo en el tiempo.
    • Ante la sospecha de esguinces o fracturas no intentar mover la zona lesionada porque puede agravar la situación. 
    • En caso de una lesión, que el chico siga las indicaciones del médico para poder recuperarse en tiempo y forma y minimizar los riesgos de volver a padecerla o de complicaciones. 
    • Como la presión por ganar puede producir estrés emocional en niños y adolescentes es importante evitar exigirlos o criticarlos si no ganan. Felicitarlos por su esfuerzo y por sus habilidades es más motivante que enfocarse en los resultados.
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