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Desintoxicarse después de las vacaciones ¡es posible!

Llegar de las vacaciones y que la balanza marque algunos kilos de más suele ser un hecho recurrente año a año. Aunque cueste un poco, retomar una dieta equilibrada y saludable puede ayudar a recuperar el peso perdido.

Las vacaciones suelen ser sinónimo de disfrute, libertad y excesos vinculados, sobre todo, con la alimentación. Por eso, al regresar no sólo cuesta retomar el ritmo cotidiano sino también bajar esos kilos de más escondidos entre las ropas holgadas y veraniegas.

Un buen comienzo es organizarse, armar un plan para retomar la rutina perdida o, por qué no, mejorarla. Hacer una lista para el súper con todo lo que haga falta para el menú de la semana que conviene armar anticipadamente y seguir al pie de la letra.

Este menú puede incluir alimentos bajos en calorías y mucho agua y jugos de fruta. Es importante evitar las gaseosas, galletitas dulces, harinas y alimentos pre-cocinados o cocidos fuera de casa (evitar el delivery hace posible seleccionar los ingredientes más saludables para incorporar en cada comida), y aprovechar que todavía se siente el calor como para incluir frutas y verduras diariamente.

Las ensaladas variadas siempre son bienvenidas para saciar el hambre al igual que los lácteos descremados, las frutas, verduras y gelatinas Light, que aportan el toque dulce pero sano a la dieta. Todos estos alimentos son de baja densidad energética, o sea que contienen pocas calorías, y por eso deben ser consumidos al comienzo de la desintoxicación (durante los primeros días) para ir incorporando en la semana otros, ya que ellos solos no bastan para cubrir una alimentación saludable a largo plazo.



Una de las claves es no picar entre comidas y, si la ansiedad gana, optar por una manzana o una barra de cereal antes de caer en la trampa de los panificados. De todas maneras, para evitar que esto suceda, hay que acostumbrar al cuerpo a una rutina de horarios de alimentación y cumplir con las cuatro comidas diarias.

No hay que olvidar que una buena desintoxicación del organismo puede también conllevar beneficios para el estado de ánimo. Evitar el estrés y la falta de energía características del comienzo del año es posible incorporando cierto tipo de alimentos:

  • Los alimentos ricos en vitaminas B y C ayudan a que el cuerpo produzca energía, mantenga en buenas condiciones el sistema nervioso, el sistema inmune, entre otros beneficios. Estas vitaminas pueden encontrarse en el tomate, la lechuga, la naranja, el kiwi, la manzana, la espinaca, el atún, los cereales integrales, etc.
  • Los lácteos también son una buena opción para evitar el estrés. En una dieta equilibrada se puede optar por leches y yogures descremados y quesos bajos en grasas.
  • El pescado es otro buen aliciente en un dieta desintoxicante y “antiestrés” teniendo en cuenta que es bajo en calorías, provee de nutrientes al cuerpo y es rico en omega 3 – ácido relacionado con la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares como el infarto y  accidentes cerebro vasculares-. Los pescados azules o grasos como el salmón, la sardina o la caballa cocidos a la plancha, son ideales porque conservan sus beneficios sin que se eleve su contenido energético.  


Si bien las vacaciones invitan al desenfreno cuando de comida se trata, es importante no perder el control. Está bien darse esos gustos que durante el año ni se contemplan pero no hay que llegar al extremo.

Disfrutar con ciertos límites no significa desaprovechar las vacaciones, sino que implica no sufrir tanto el regreso y evitar, sobre todo, indigestiones. De todas maneras, esa mentalidad basada en el disfrute saludable debería estar presente todo el año y no sólo en ocasiones aisladas.

Asesoró: Lic. Gabriela Asenzo, nutricionista


 


 

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