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Los cólicos en los bebés

Los cólicos suelen estar asociados con las molestias del aparato digestivo, aún inmaduro, que provocan dolores de panza, retorcijones o gases. ¿Existe relación entre los cólicos del bebé y los alimentos que consume la mamá?

¿Qué son los cólicos?


En los últimos años se ha generalizado la teoría del «cólico», sin que haya nada que la sustente. En realidad, fue descrito tradicionalmente en pediatría como «cólico vespertino» o «cólico de los tres meses», que se presenta como llanto inexplicable.

Los cólicos suelen asociarse con las molestias relacionadas con el aparato digestivo, aún inmaduro, que provocan dolores de panza, retorcijones o gases.

¿Cómo aliviarlos?


Si bien los cólicos son poco evitables, al menos podemos ayudar al bebé con las siguientes técnicas:

  • Observar su succión y corregirla en caso de que trague mucho aire al amamantar. Esto ayudará a que tenga menos gases.
  • Realizar movimientos suaves con sus piernitas (movimiento de pedaleo).
  • Sostenerlo boca abajo, sobre el antebrazo de quien lo sostiene.
  • Masajear su pancita con movimientos circulares.
  • Bañarlo en agua tibia, siempre y cuando ya se le haya caído el cordón. El baño suele relajarlo.
  • Mecerlo y arrullarlo.

 

¿Cuándo desaparecen?


Habitualmente, los cólicos se alivian alrededor de los 3 meses, que es generalmente cuando madura el intestino.

Mientras tanto, hay que tener paciencia y aplicar las técnicas de alivio que les resulten a cada
bebé y a cada familia en particular.

 

¿Existe relación entre los cólicos del lactante y los alimentos que ingiere la mamá?


Esta pregunta es muy frecuente y todas las mamás nos preocupamos por lo que comemos o dejamos de comer, pensando en nuestros hijos. Los cólicos son normales e inherentes a la naturaleza del lactante: hasta que su intestino no madure es poco lo que podemos evitar.

Los alimentos que ingiere una madre no pasan directamente al bebé, aunque hay algunos alimentos que, por su sabor fuerte (el ajo, los picantes, etc.), pueden alterar el gusto de la leche, provocando en el lactante un rechazo momentáneo de la misma.

Algunas mamás, sin mediar causas científicas aparentes, comprobaron que cuando ellas ingieren alimentos que les producen gases, también sus bebés se ponen más molestos y con más cólicos que los habituales. Esto probablemente tenga un componente más «psicológico» que fisiológico.

Durante la lactancia, será conveniente comer sano, manteniendo una dieta variada y tan natural como sea posible.

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