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¡Los chicos están de vacaciones! ¿Y ahora?

Las vacaciones de invierno pueden ser la excusa perfecta para que los chicos se despeguen de la compu, la play, el celular y descubran que hay muchas otras maneras de divertirse.

Sin colegio y con todo el tiempo libre por delante, los “me aburro” van a sobrar y las pantallas los van a hipnotizar a menos que descubran otras alternativas con las que puedan divertirse y “desenchufarse” por un rato.

Los padres pueden pensar en esas cosas que los divertían de chicos, a la edad de sus hijos, y proponérselas para hacerlas juntos. Seguro van a surgir muchas ideas que tenían olvidadas, pero que nunca fallan, porque jugar siempre es divertido.

Y si no se les ocurre mucho, además de aprovechar las actividades programadas para estas vacaciones de invierno, estas ideas pueden servir de disparador:

  • Armar el árbol genealógico de la familia… hasta donde lleguen. Las fotos que consigan serán útiles y pueden sumar información al nombre: a qué se dedicaba, algún dato curioso que se conserve en la memoria de algún familiar… Encararlo como un verdadero proyecto de investigación, entrevistar familiares aunque sea por teléfono, grabar los testimonios, subirlos a un blog, etc. puede hacer de esta tarea una actividad sumamente enriquecedora para toda la familia.
  • Preparar juntos alguna receta especial. Siempre bajo la supervisión de un adulto, la cocina es un mundo que maravilla a los niños… ¡y que les brinda la oportunidad de aprender mucho de matemática!! Pesos, medidas, tiempos de cocción, fracciones, etc. se ponen en juego mientras amasamos y revolvemos.
  • Comprar un libro de cocina para chicos o incluso ir armando uno propio puede ser una buena idea para llevar adelante.
  • Con las nenas, organizar una tarde de manicura y planchita; con los varones, ir a ver algún deporte.
  • Jugar al “bibliotecario”: pueden hacer un inventario de sus libros, regalar o donar los de cuando era bebé si ya no le interesan y hasta organizar un fichero con los datos del libro y su ubicación en los estantes. También se pueden clasificar según el tipo de texto: cuentos, poesías, enciclopedias, etc.
  • Poner varios libros sobre la mesa. La casa con una linda música y con la tele apagada. Que no valga hablar. Marcar un tiempo en el reloj de común acuerdo o recurrir a un divertido reloj de arena o al timer del horno. Observar y mirar, todo en silencio. Elegir un libro y que cada uno cuente por qué lo eligió y lea algo o muestre una imagen. Debatir sobre esta elección.
  • Partiendo de la lectura de rimas y poesías, jugar a ser escritores e inventar rimas. Después pueden ser “editores”, hacer un libro juntando varios poemas, ilustrarlos… ¡y regalárselo a algún familiar o amigo para su cumpleaños!
  • Buscar un juego de química para hacer experimentos o proponerles experimentos caseros, como hacer una germinación o armar un terrario y ponerle plantas e insectos para ver cómo crecen.
  • Arreglar cosas rotas. En todas las casas hay una olla a la que se le salió una manija, un autito sin una ruedita, un almohadón que se descosió, etc. Entonces, con pegamentos adecuados, tiempo, paciencia y la ayuda de todos, en un rato de trabajo se podrá poner de nuevo en uso esas cosas que no se querían tirar, pero que rotas no eran útiles.
  • Reciclar: hacer una "excursión" por toda la casa buscando las cosas que no se usan pero que podrían convertirse en otras. Papeles sobre la mesa, pintura, yeso o cerámica en frío, servilletas de papel con lindos dibujos o papel de diario recortado pegado y barnizado,  pueden hacer milagros. Hilo, lanas, botones, tapitas de gaseosas, bandejas descartables, tarritos de yogurt pueden terminar formando parte de instrumentos o portalápices, o, si son de vidrio, convertirse en floreros o en originales frasquitos para las especias de la cocina. 
  • Crear con las fotos: imprimir esas hermosas fotos guardadas en la computadora, que los chicos elijan las que más les gustan de ellos y ponerlas en portarretratos en un rincón especial para la familia. Repartir fotos dadas vuelta y proponerle a los chicos que escriban la historia que creen que está escondida en ella o inventen una!
  • Juegos de mesa: sacar todos los que haya en casa y ordenarlos, fijarse que tengan todas las fichas y crear fichas que falten con botones o muñequitos. Que los chicos elijan el que más les guste para jugar. Hacer torneos por equipo con familiares o amigos. Y recurrir a los clásicos que con papel y lapicera pueden convertirse en el mejor juego: la Batalla naval, el Ta-Te-Ti, el Ahorcado, el Tutti Frutti, etc.
  • Armar una huerta en casa, con un balcón sobra. Comprar plantines de romero, salvia, perejil, albahaca, etc. que se venden en supermercados y viveros. Los chicos pueden llevar un registro de los cambios en la plantita y ayudar a cortar las hojitas para usarlas en las comidas.
  • Tejer y coser: qué mejor que aprovechar el tiempo libre para enseñarles a los más grandes a tejer o coser. Pueden ponerse como objetivo terminar una linda bufanda para ellos o para regalar. 
  • Hacer un mural-calendario con todos los días en los que no habrá clase, pero en lugar de tacharlo, llenarlo con lo que hicieron en el día y/o con los planes para mañana. Esto puede organizar la cabeza de los más chiquitos para saber por cuánto tiempo no irán al cole,  y para tener más expectativas sobre lo que va a suceder.
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