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La vacunación en los adultos

Así como los niños, los adultos también cuentan con una serie de vacunas que pueden prevenir enfermedades, contagios entre familiares y demás. Siempre conviene averiguar con el médico cuáles son las vacunas que sirve tener en cuenta.

Como adultos hay que tener en cuenta que vacunarse es una manera de protegerse a uno mismo y de cuidar también al resto, porque la vacuna es una herramienta eficaz no sólo para prevenir las enfermedades sino también para evitar su propagación.

 

Gripe


La vacuna antigripal ofrece protección por 6 a 12 meses, además, cada año suelen modificarse las cepas que circulan de la gripe y por eso conviene recibirla anualmente. Si bien los grupos de riesgo (embarazadas, puérperas, bebés de 6 a 24 meses, mayores de 65 y niños y adultos con enfermedades respiratorias, cardíacas, etc.) deben recibirla de manera obligatoria y gratuita, los adultos que están fuera de estos grupos también pueden tener en cuenta esta vacuna para evitar las complicaciones que la gripe puede ocasionar.

 

Hepatitis B

 

La vacuna contra la hepatitis B, que reciben los menores de un año y los niños de 11 -para completar esquema en caso que lo requiera-, fue incorporada al Calendario Nacional de Vacunación para toda la población adulta mayor de 20 años, con carácter gratuito y obligatorio.

La hepatitis B constituye un importante problema de salud pública a nivel mundial, ya que se estima que más de 2 mil millones de personas en el mundo están infectadas, de las cuales unas 360 millones tienen infección crónica, con el consiguiente riesgo de enfermedad grave y muerte por cirrosis hepática y/o cáncer de hígado. Mientras que en la Argentina, esta enfermedad es la primera causa de hepatitis fulminante en los adultos.

 

Tos convulsa


La tos convulsa es una infección aguda de las vías respiratorias, con accesos de tos y que puede llegar a ser muy grave en niños pequeños, especialmente en los menores de 6 meses.

Para evitar el contagio a los más pequeños, y como ni la vacunación ni la enfermedad generan inmunidad de por vida, se recomienda una dosis única de vacuna triple acelular (tétanos, más difteria, más tos convulsa) y luego un refuerzo cada diez años de la vacuna doble adultos (difteria y tétanos) en adolescentes y adultos.

Es muy importante que los padres, familiares –incluso los abuelos- y cuidadores que estén en contacto con un bebé recién nacido reciban la triple acelular porque sino podrían transmitirle tos convulsa al bebé que aún no ha sido vacunado. Esta estrategia está siendo utilizada en distintos países con buen resultado.

Esta vacuna triple acelular figura en el calendario nacional y es obligatoria a los 11 años y luego cada 10 años un refuerzo con doble adulto (difteria y tétanos). Las embarazadas deben recibirla de manera obligatoria y gratuita a partir de la semana 20 de gestación. Para aquellos adultos o adolescentes que no la hayan recibido se recomienda que lo hagan y luego tengan en cuenta los posteriores refuerzos cada 10 años de doble adulto (difteria y tétanos). Esta recomendación incluye también a los mayores de 65 años, sobre todo si están en contacto con niños menores de 1 año.



Varicela

La varicela ha sido considerada por años como una enfermedad benigna pero puede traer complicaciones en recién nacidos, chicos mayores de 12 años, embarazadas, personas con alteraciones de la inmunidad y adultos susceptibles. Se caracteriza por ser la enfermedad más contagiosa y la afección eruptiva más frecuente. Contagia dos días antes de la erupción y hasta que las lesiones estén en período de costras.

A las personas adultas que no la tienen en su historia clínica o que no recuerdan haber sufrido de varicela les convendría hacerse un estudio para saber si la tuvieron. También pueden vacunarse sin estudios previos, pero nunca está de más saber ya que luego de sufrirla, generalmente esta enfermedad ofrece inmunidad de por vida.

Si bien no está dentro del calendario nacional obligatorio, es recomendable recibir dos dosis de vacuna:

  • Niños entre 12 meses a 12 años: primera dosis al año y segunda dosis entre los 4 a 6 años. Esta segunda dosis puede ser administrada más tempranamente (lapso mínimo de 3 meses respecto a la primera dosis) o más tardíamente.
  • Mayores de 13 años: dos dosis separadas por uno a dos meses.


Para tener en cuenta

  • Antes de viajar informarse acerca de las enfermedades que pueden adquirirse en otras zonas o países. 
  • Para las personas mayores de 65 años y aquellas con factores de riesgo está la vacuna contra el neumococo.
  • Es importante no esperar a sufrir de una herida o tener programada una cirugía para colocarse la vacuna antitetánica y consultar con el médico el esquema a seguir para mayor efectividad.
  • Consultar con el médico de cabecera cuáles son las vacunas que conviene aplicarse siendo adulto.

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