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Suegras: relaciones tirantes

Si las relaciones de pareja ya son bastante complicadas en sí mismas, esto se incrementa notablemente cuando entra en juego lo que podría definirse como el eslabón más complicado de la cadena: las suegras. ¿Cómo tratarlas y cómo evitar que arruinen la relación de pareja?

Los conflictos con la familia política suelen ser un problema que puede afectar gravemente la relación, que comenzó siendo sólo de a dos. Por eso es importante tratar de manejar la situación de forma tal que no afecte el lazo de amor en la pareja.

Uno de los problemas mayores son las madres cuyos hijos son demasiado buenos para cualquiera, esto es una señal de no saber darle la libertad para elegir a su pareja y no reconocerlos como los adultos que son.

Estas relaciones tirantes entre yernos, nueras y suegras, tienen que ver sobre todo con situaciones en las que se ponen en juego relaciones de poder sobre el objeto amado.


Tipos de suegras y cómo tratarlas


Metidas: suelen estar atentas a cualquier descuido para descalificarte frente a tu pareja e hijos. Siempre tienen una crítica a mano y cualquier excusa es buena para pasar por tu casa a ayudarte con algunos “consejitos”.


Es necesario hacerlas sentir que su ayuda es importante, pero que preferís hacer las cosas a tu manera y recurrir a ellas cuando lo consideres necesario. Compartir con ellas algunas cosas de la vida diaria las harán sentir que no están luchando por sacarle a su hijo sino que las necesitás para ciertas cosas.
Víctimas: utilizan la culpa como método irrefutable de cuánto necesitan a su hijo/hija cerca. Creen haber sufrido vivencias más terribles que todos los demás, por eso necesitan de acompañamiento y compresión constantes.

Lo ideal es dejarles en claro que comprendés su situación y te interesa ayudarlas y brindarles lo que necesitan, pero que vos ponés las condiciones porque estás limitada por el tiempo dividido entre la pareja, los chicos, la casa y el trabajo.

Competitivas: no sólo hacen las cosas mejor que vos, sino que disfrutan de enseñarte como “deberías” hacerlo. Hacen la relación muy complicada, porque están siempre un paso adelante y son muy descalificadoras.

No ponerse a su altura es una de las estrategias para no sentirte mal al respecto y no darles motivos para seguir con una competencia interminable en la que tu familia sufre las consecuencias. Agradecé sus consejos pero mostrales el límite de que las decisiones las tomás vos. Tené en cuenta que es algo natural que las madres sean posesivas y por más que pasen los años, siempre van a estar atrás de sus hijos, protegiéndolos.

Falsas: se muestran cariñosas y colaboradoras, pero ante primer descuido están criticando todo lo que hacés. Suelen envolver a todos buscando hacerte quedar mal.

No te metas en su juego, demostrales que sos una persona segura y las vas a ir debilitando. También podés exponerlas ante los demás cuando te enteres de cosas que te critica, pero sin ponerte en su contra.
Algunos consejos prácticos

Es el hijo biológico quien debe poner los límites a su madre, ya que como nuera o yerno puede resultar muy contraproducente con la madre y hasta con la propia pareja. Ya sea por comentarios indebidos o por aparecer sin previo aviso, es el hijo quien debe explicar a su madre cuales son las condiciones.

Ponerse en el lugar del otro es siempre un buen ejercicio para mejorar la relación. Pensá en lo que podrías sentir cuando tu propio hijo elija a una mujer para formar una familia, y vas a entender que algunos celos son normales y hasta demostraciones de amor. Dejá que ella siga brindándole a su hijo el cariño de siempre, y demostrale que el amor es distinto para cada una de ustedes y que no tienen que competir por eso.

Es importante que hables abiertamente con tu pareja sobre el tema y que acuerden cuáles son las condiciones de la relación entre ustedes. El hijo debe saber en qué momentos intervenir, y así conservar que la relación de pareja no se vea afectada. Hay que cuidar los espacios de pareja y evitar la confrontación con la madre, que lo único que logra es generar tensión en las relaciones.


Suegras modernas


Los tiempos cambiaron, y si bien las relaciones entre suegras, nueras y yernos siguen siendo complicadas, los avances en cuanto al rol de la mujer contribuyen a que estas relaciones vayan siendo cada vez menos tirantes.

Mejores cocineras, con mayor experiencia en la crianza de los hijos y sin pelos en la lengua para criticar a la pareja de su hijo de arriba abajo. Así cuentan que eran las suegras de antes, y si bien esta raza sigue existiendo, hoy las mujeres son menos amas de casa y no tienen tanto tiempo para dedicarse a defenestrar a su nuera o yerno.

Y es que ya hace mucho que las tareas de la mujer están más afuera que adentro de la cocina, entre trabajos, cursos, gimnasia y encuentros con amigas, muchas veces hasta se reclama que aparezca la abuela.

Además, cada vez las mujeres están más preocupadas por verse bien, y la competencia de la mejor comida o la casa más limpia ahora se ve desplazada por quien tiene mejor figura, es más exitosa o realiza más actividades.

Si bien cada relación es distinta, hoy en día la competencia entre suegras, nueras y yernos está apaciguada por la avalancha de actividades diarias. Mayor cooperación y solidaridad es la receta ideal para mantener la familia en calma, y nunca está demás contar con un poco de ayuda externa cuando se la necesita.

 

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