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Buscando un bebé: cuidados para lograr un embarazo saludable

Es importante que las parejas tomen ciertas precauciones para contar con más posibilidades de lograr un embarazo saludable. Hay distintos estudios, vacunas y medidas adicionales que los futuros padres deben tener en cuenta antes de buscar un bebé.

Cuando una pareja decide tener un hijo es importante que tenga en consideración algunas precauciones para tener las mayores posibilidades de tener un embarazo saludable. En primer lugar, previo a la búsqueda del bebé, es muy importante que la mujer se realice estudios de enfermedades infecciosas para saber y conocer de antemano si estará protegida durante el embarazo o tendrá el riesgo de contraer estas enfermedades. Las más importantes son la rubeola, la Toxoplasmosis y también la varicela, porque si son contraidas durante el embarazo pueden producir serias malformaciones del bebé y también ser causa de aborto.

En el caso de la rubeola y de la varicela, si los análisis dan negativos, o sea que la mujer no ha tenido estas enfermedades en el pasado y tampoco ha sido vacunada o la vacuna no ha sido eficaz para que desarrolle anticuerpos contra estas enfermedades, se recomienda (o es preferible) que en ese momento reciba la vacuna para de esta manera asegurar que no tenga riesgos de contagiarse durante el embarazo. La única precaución que se debe tener es no embarazarse hasta que pasen por lo menos tres meses de haber recibido las respectivas vacunas.

Otra vacuna que también sería conveniente que la mujer recibiera previa al embarazo, es la vacuna contra la hepatitis, porque también el riesgo de contagio de la hepatitis hacia el bebé existe durante el embarazo.

En cuanto a la toxoplasmosis, no hay vacunas para la misma y en el caso que el análisis de la mujer de positivo, o sea que tuvo toxoplasmosis, no hace falta tener ningún tipo de cuidado ya que está protegida. Y en el caso de que el análisis de toxoplasmosis sea negativo, hay que prevenir a esta mujer de los cuidados que debe tener en el embarazo para no contagiarse a este parásito, a través de las formas de contagio más frecuentes, que son la ingesta de carne mal cocida, el contacto con los gatos y el consumo de verduras y/o frutas mal lavadas. En el caso que el análisis resulte negativo, conviene ir repitiéndolo durante el embarazo en forma periódica para asegurar que la mujer no tuvo la mala suerte de contagiarse la toxoplasmosis y en este caso se debe dar tratamiento específico para esta enfermedad.

Es importante recalcar que cualquiera de estas enfermedades pueden haber sido asintomáticas, es decir que una mujer pudo haber padecido en algún momento de su vida cualquiera de estas enfermedades y no haberse dado cuenta; o por el contrario, pensar que tuvo rubéola o varicela y que se tratara de una enfermedad parecida y por lo tanto no contar con inmunidad durante el embarazo. Es por eso que los datos clínicos son importante, pero lo más importante son los análisis de laboratorio que confirman o no la presencia de inmunidad para el embarazo.

Otras dos infecciones que hay que descartar antes de iniciar el embarazo son la sífilis y el sida, fáciles de chequear ya que se detectan también a través de un análisis de sangre.

Otro factor importante a tener en cuenta para prevenir las malformaciones es la ingesta del ácido fólico, que es una vitamina que se ha demostrado que tiene la particularidad de poder prevenir cierto tipo de malformaciones muy severas que tienen que ver con el adecuado cierre de la columna vertebral del bebé y cuando se produce esta malformación trae como consecuencia importantes secuelas neurológicas para el bebé. Como el consumo de ácido fólico es algo inocuo se recomienda dentro de los dos o tres meses previos al embarazo y hasta el segundo mes de embarazo

Siempre es conveniente que una mujer logre el embarazo en las mejores condiciones físicas y psíquicas. Desde el punto de vista físico, es aconsejable tomar precauciones ya que tanto el exceso de peso como la falta de un peso adecuado, pueden llegar a ser contraproducentes para el embarazo. Asimismo, cualquier tipo de ingesta de tóxicos que puedan llegar a producir algún daño al bebé, es conveniente suprimirlos antes de lograr el embarazo, ya sea tabaco, consumo de drogas y consumo de alcohol. Estos tóxicos pueden ser causas de infertilidad, de aborto y de alteraciones en el bebé, que pueden ir desde la desnutrición hasta malformaciones.

Una vez diagnosticado el embarazo, hay que tomar una serie de precauciones como evitar cualquier tipo de exposición a rayos x y el consumo de cualquier tipo de medicación sin previa consulta con el médico, así como también la exposición a diferentes tipos de sustancias tóxicas que puedan llegar a absorberse por la piel, como ser por ejemplo ciertas tinturas para el cabello.

Cuando la pareja decide suspender el uso de métodos anticonceptivos para buscar el embarazo, se debe tener en cuenta que método se estaba utilizando. Si por ejemplo son del tipo de barrera, es decir preservativos o diafragma, el embarazo puede buscarse en forma inmediata; en cambio si el método usado implica la ingesta de anticonceptivos orales algunos médicos recomiendan un mes de espera antes de buscar el embarazo para que el ciclo ovulatorio de la mujer se normalice; en aquellas que utilizan dispositivo intrauterino, también algunos profesionales sugieren un mes de descanso previo a la búsqueda del embarazo.

Es importante recordar que las chances de concepción que tiene cualquier pareja que busca un embarazo, es de alrededor del 20 al 25% por cada mes de búsqueda, por lo tanto si la pareja no logra el embarazo al cabo de 1, 2 o 3 intentos no hay que desesperarse y hay que seguir buscándolo. Recién cuando al cabo de 9 a 12 meses de búsqueda de embarazo el mismo no se ha producido, ahí es aconsejable que la pareja haga una consulta a un especialista en infertilidad.

También es importante que el hombre tenga ciertos cuidados:

  • El consumo de cigarrillo excesivo que puede producir alteraciones en la forma y movilidad de los espermatozoides.
  • La exposición del testículo a altas temperaturas ya que es un factor dañino para la producción de espermatozoides.

También el estrés de la vida moderna, la mala alimentación y el trabajo exagerado, hacen que decrezca la salud reproductiva, provocando una disminución de la frecuencia y calidad de las relaciones sexuales.

Revisada por el Equipo de Planeta Mamá

Buscando el embarazo