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Ser mamá

Ser mamá. Un sueño... Unas ganas... Un emprendimiento en vías de desarrollo Una realidad reciente

Ser mamá.
Un sueño...
Unas ganas...
Un emprendimiento en vías de desarrollo.
Una realidad reciente.
Una concreta vivencia cotidiana que ya fue tomando su peso específico, su entidad, su color.

Para muchas una obligada revisión de las propias certezas, una revolución interna y a veces externa, que nos obliga a que los cambios se noten afuera, a cambiar de look, a cortarnos el pelo, a vestirnos en marcas nuevas dejando todo nuestro ropero en una  Feria americana o en la Sociedad de fomento del barrio con la idea de que seguramente "a alguien le va a servir mejor que a mi", porque esa ropa y yo ya no tenemos nada que ver.

Una mirada más benévola a nuestras propias madres, la posibilidad de entenderlas estén con nosotros o no, de verlas en perspectiva, de sentirnos más sus pares.

Una caricia sobre los recuerdos de la infancia, un volver a vivir los entusiasmos.

Vuelven  con los hijos, la alegría de comprarse un helado de palito, o la euforia de ser el último en irse del cumpleaños, o el primero a abalanzarse sobre la piñata.

Vivir nuevamente cosas que ya vivimos.
Es extraño.

Mirarnos en ellos como en un espejo que nos suele devolver lo mejor de nosotros.
Hacerse madres es un proceso que lleva tiempo, sabia la naturaleza, al que las mujeres, sobre todo las urbanas, han agregado más todavía, lanzándose a la aventura cada vez con más experiencia y años de vida.

Lleva tiempo y mejor,  porque es mucho lo que se viene con el bebé, mucha emoción, mucha responsabilidad, mucha dedicación, mucha paciencia, mucha baba que chorrea por todos lados, por el orgullo que puede llegar a producirnos cada gesto, cada palabra, cada hecho, mucho susto cuando la fiebre, cuando el vomitito se reitera, cuando la rodilla se raspa, cuando el hueso se rompe!!!

Todo es mucho, nos sentimos, madres de cada logro, de cada error,  de cada adquisición nueva que hagan, así volvemos a ser "elegidas" para actuar en el Jardín, o nos peleamos de nuevo con nuestra mejor amiga, o nos sentimos las abanderadas si ellos portan la bandera, con el himno de alfombra sonora y emocionante hasta lagrimear.

Ser mamás,  una nueva oportunidad para vivir de nuevo, para lograr cosas que no habíamos logrado,  y para sentir aquello que jamás habíamos sentido.

Ser una mamá hoy en este mundo, como allá lejos y hace tiempo, es una elección, una apuesta, una suerte, una epopeya donde ya no hay que lavar pañales, pero sí hay que llegar maquilladas a la oficina o cumplir los objetivos propios, mientras escuchamos con atención los de nuestro jefe.

Sabiendo que en el fondo lo que más nos importa es la felicidad de esos seres que engendramos,  para crear algo parecido a lo que había en el planeta,  pero totalmente nuevo, nuestro hijo.

Cada una es dueña de elegir su destino, pero si lo que eligieron y lograron fue hacerse mamás, aunque cueste, aunque duela, aunque en ocasiones nos haga rezongar más de lo políticamente correcto, avanti con valor, confianza y FELIZ día!!!

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